Bloomberg — En Silicon Valley, donde los puestos en los consejos de administración de las empresas que cotizan en bolsa rara vez cambian de manos, Twitter Inc. (TWTR) es la excepción más rebelde. La red social ha pasado por olas de directores en los últimos años, mientras lidiaba con la ralentización del crecimiento, la rotación de ejecutivos, los polémicos inversores activistas y las interminables luchas políticas.
Ahora la junta directiva tiene a Elon Musk.
En los últimos meses, la persona más rica del mundo ha pasado de ser una de las voces más fuertes de Twitter a convertirse en el mayor accionista y miembro del consejo de administración de la empresa. Esa transición ha dejado a los empleados y a los analistas adivinando los planes de Musk para la compañía de US$37.000 millones. También pone en la mira al consejo de administración de Twitter, en su mayoría silencioso, que ahora tendrá que enfrentarse al controvertido hombre de negocios que también es una celebridad.
“Ha lanzado cohetes al espacio. Y ha ayudado a resolver la crisis energética mundial”, dijo Matt Navarra, consultor de medios sociales y analista del sector. “Está a punto de descubrir que abordar la moderación de contenidos en las plataformas de medios sociales es más difícil que esas dos cosas”.
Musk será una incorporación inusual a la junta directiva de Twitter. No es un experto en publicidad, que es como Twitter gana dinero, y tiene la costumbre de enredarse con los reguladores, que son una preocupación constante para cualquier gran plataforma de medios sociales. Jack Dorsey, el anterior CEO de Twitter, dejará el consejo a finales de este año, cuando expire su gestión. A diferencia de Dorsey y Musk, los 10 miembros restantes del consejo mantienen un perfil relativamente bajo. No tuitean tan a menudo, y uno no ha tuiteado en absoluto.
Las acciones de Twitter han subido más de un 17% desde que Musk reveló su participación, una señal de que los inversores creen que tendrá tanto la inclinación como la influencia para ayudar a la empresa a alcanzar sus ambiciosos objetivos de crecimiento. El año pasado, bajo la presión del inversor activista Elliott Management Corp., Twitter se fijó el objetivo de alcanzar 315 millones de usuarios activos diarios y duplicar sus ingresos a finales de 2023.
Pero algunos analistas dudan de que el tipo de publicidad que sigue a Musk sea bueno para Twitter. “Esta adquisición no cambia lo que Twitter necesita”, dijo Tom Forte, analista de investigación senior de D.A. Davidson. “Aumenta su estatura y perfil, pero no ha sido ahí donde Twitter se ha quedado corto”.
La historia de la dirección de Twitter hasta este momento es accidentada. Dorsey, cofundador de Twitter, comenzó su segunda etapa como CEO en 2015, cuando el consejo de administración estaba formado en su mayoría por personas de Silicon Valley, y solo una mujer. Él impulsó la diversificación de los directores de Twitter, y al año siguiente la compañía sustituyó a dos de los primeros inversores de su consejo con el ejecutivo de PepsiCo Inc. (PEP) Hugh Johnston y Martha Lane Fox, una empresaria británica de Internet.
En un comunicado, un portavoz de Twitter dijo: “Hemos hablado abiertamente de la necesidad de diversificar nuestro consejo, y ese compromiso sigue vigente hoy”. La empresa ha añadido dos miembros femeninos en los últimos dos años.
En 2020, cuando el precio de las acciones de Twitter languidecía, el inversor activista Elliott Management apuntó a la empresa (y a Dorsey en particular). Elliott presionó para que Dorsey fuera destituido, quejándose de que también dirigía Square, otra empresa pública. En marzo de 2020, Elliott se hizo con un puesto en el consejo de administración de Twitter, al igual que la empresa de capital de riesgo Silver Lake. Elliott estaba representado por Jesse Cohn (que se fue el año pasado), y Silver Lake por Egon Durban. Dorsey parecía haber ganado un indulto, pero en 2021 dejó de ser CEO y entregó las riendas a Parag Agarwal, el tecnólogo jefe de Twitter. Al mismo tiempo, el ejecutivo de Salesforce.com Inc. (CRM) Bret Taylor se convirtió en el presidente del consejo.
A pesar de toda esa agitación, la época más caótica del consejo puede estar aún por llegar. El “nombramiento de Musk en el consejo de administración de Twitter es muy probable que traiga consigo controversia y teatralidad”, dijo Navarra.
Musk, de 50 años, ha dejado caer algunas pistas sobre sus planes en Twitter. Desde el 31 de enero, cuando empezó a adquirir discretamente acciones de Twitter, Musk criticó a la compañía por “no adherirse a los principios de la libertad de expresión”. Más recientemente, prometió que la próxima reunión del consejo de administración de Twitter “va a estar encendida”. Añadió una imagen en la que aparecía fumando marihuana en el podcast de Joe Rogan, un incidente que provocó una revisión del Pentágono. (Musk también dirige Space Exploration Technologies Corp, un contratista del gobierno).
Algunos analistas esperan que Musk desempeñe un papel activo en el desarrollo de productos y en los movimientos políticos de Twitter, incluyendo, potencialmente, su decisión de eliminar a Donald Trump de la plataforma de forma permanente en 2021. (Musk “podría tratar de convencer a la empresa de que se tome un poco más de calma en la moderación de contenidos”, dijo Ali Mogharabi, analista senior de renta variable de Morningstar Investment Service, quien predijo que el multimillonario presionaría para reactivar la cuenta de Trump. Sin embargo, no está claro cuánto poder podría ejercer Musk sobre esa decisión como miembro solitario del consejo de administración que controla alrededor de una décima parte de la empresa.
Varios empleados de Twitter dijeron que estaban preocupados por las posiciones de Musk sobre la moderación de contenidos, así como por las acusaciones de racismo en una fábrica de Tesla (TSLA). Los empleados pidieron no ser identificados al discutir información privada de la compañía. Otro empleado de Twitter calificó de “minoría ruidosa” a los molestos por el nombramiento de Musk. La mayoría de la gente en Twitter se enteró de que Musk obtendría un puesto en el consejo de administración sólo unos minutos antes de que se anunciara públicamente la medida, según varias personas de la empresa. Musk responderá directamente a las preguntas de los empleados cuando se una a Agrawal en una reunión de todos los empleados de la empresa la próxima semana.
A partir de ahora, los empleados podrán tener una visión más detallada de la toma de decisiones en Twitter a través del propio Musk. Los consejos de administración suelen limitar las declaraciones de sus miembros sobre la empresa y, a menudo, “tienen códigos de conducta y acuerdos de confidencialidad”, explica Karen Brenner, directora ejecutiva de iniciativas legales y empresariales de la escuela de negocios de la Universidad de Nueva York. Pero esas limitaciones probablemente no funcionarán para Musk, dijo Brenner. “Ha demostrado que cree que puede hablar con toda la libertad que quiera y burlarse de cualquier norma que esté en vigor”.
Sean cuales sean los misterios que rodean los planes de Musk para Twitter, probablemente no seguirán siendo misteriosos durante mucho tiempo.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha