Bogotá — La elección presidencial en Colombia es por estos días el tema más relevante en la agenda nacional. Los bancos han estado en el centro del debate dado que el candidato que lidera las encuestas propone un cambio en el modelo económico en el cual el rol de los bancos cambiaría.
En la actualidad los bancos en Colombia pagan un impuesto de renta suprior al resto de las personas jurídicas. Desde la reforma de 2019, bajo el gobierno de Iván Duque, se aprobó una sobretasa que está a cargo de estas entidades.
Bloomberg Línea habló con Hernando José Gómez, presidente de Asobancaria, el gremio que asocia a las entidades bancarias en Colombia para saber cómo están viendo desde ese sector la contienda presidencial y la reactivación económica en el país.
Gómez inició explicando que la demanda de crédito ha sido muy buena en el inicio del 2022, “todas las modalidades de crédito están creciendo a 2 dígitos. O sea, por encima del 10%, y hay otra cosa muy positiva y es que la calidad de la cartera está en niveles de prepandemia, alrededor del 3,9% de cartera vencida”.
Es por esto que desde la asociación se está proyectando que la cartera de créditos crezca este año por encima del PIB. Dice Gómez que “con una proyección de tasa de 6,5% en el Banco de la República nosotros esperamos que la cartera arroje un crecimiento por el orden del 8% para el final del año”.
Si bien el ambiente electoral ha despertado gran incertidumbre en el mundo inversionista y empresarial, Gómez no cree que el resultado de las elecciones a la presidencia vaya a tener un impacto significativo en la demanda por crédito en este año, aunque advierte que según lo que anuncie el nuevo presidente, eso podría cambiar el próximo año.
“Yo creo que la cartera del corto plazo va a mantener la misma dinámica porque viene con una inercia muy buena y el estimado que tenemos nosotros de crecimiento económico es del orden del 5% al 5,5% y eso está bien. Dependiendo de los anuncios que haga quien resulte elegido presidente pues podría afectarse las decisiones de inversión como siempre ocurre, pero en este momento esperamos que la inercia nos permita tener buenas cifras sin importar quien salga elegido este año, pero obviamente eso podría cambiar sustancialmente en el 2023″, explicó el líder gremial.
Aunque la tasa de interés del banco central viene en ascenso, y se prevé que siga así por unos meses más, Gómez no cree que esto vaya a afectar significativamente la cartera vencida. “Hay que recordar que la tasa de interés antes de la pandemia estaba superior de lo que está ahora, vamos a regresar a tasas normales en donde ya se retira el estímulo monetario. Nosotros no estamos esperando un deterioro significativo de la cartera porque haya una normalización de la política monetaria”.
Incluso, advierte que lo que está previsto es que este año se normalicen las provisiones que decretan los bancos, “en 2020 los bancos hicieron muchísimas provisiones, unos $9 billones cuando lo normal era $4 billones o $4,5 billones, eso hizo que el año pasado las provisiones fueran incluso inferiores al promedio histórico, pero en la medida en que la cartera vencida se mantenga alrededor del 3,9% pues seguiremos en este nivel de provisiones y creando provisiones anuales de unos $4 billones”.
También asegura que desde la industria no tienen peticiones particulares para el nuevo gobierno, pero sí advierte que se requiere estabilidad jurídica en Colombia. “Más que peticiones necesitamos reglas del juego claras y que mantenga la inflación baja. Nosotros nos encargamos de seguir profundizando el crédito en la economía”, sostuvo Gómez.
Mucho se ha hablado de que el próximo presidente necesitará realizar una Reforma Tributaria, y en ese momento volverá a estar sobre la mesa la posibilidad de eliminar el Gravamen a los Movimientos Financieros. Como vocero de los bancos Gómez apoya esa medida, pero reconoce que para lograrlo no basta una reforma fiscal, sino que debe ser estructural para poder reemplazar los recursos que el 4x1.000 representa para la Nación.
“Nosotros siempre hemos dicho que el 4x1.000 no ayuda al tema de la bancarización y le pega muy duro a la formalización de las empresas, entonces, eventualmente sí quisiéramos eliminarlo, pero hay que ser conscientes de que es un gravamen que genera unos recursos muy importantes para el Gobierno y primero se requeriría una reforma fiscal estructural que reemplace esos recursos. Es algo que no se puede hacer de la noche a la mañana”, explicó.
Finalmente, Gómez habló del rol que está jugando la industria bancaria en el reverdecimiento de la economía colombiana. “Hay que recordar que desde 2012 firmamos el protocolo verde con el Gobierno. Ese es un compromiso para impulsar todo lo que es la cartera verde en el país. Negocios nuevos y amables con el medioambiente, entonces esto se viene comportando de muy buena manera, la cartera verde ya es más o menos es de $12 billones y creemos que esto puede crecer con fuerza en los próximos años”, dijo Gómez.
Por último, aseguró que “es muy bienvenida la taxonomía verde que sacará el Gobierno. Eso nos va a permitir entender mejor qué requisitos debe cumplir un proyecto para llamarse verde. Eso lo va a facilitar mucho y con la experiencia de los bancos en la financiación de energías renovables, pues seguro vendrá cosas aún mejores porque están muy abiertos a explorar nuevas alternativas de negocio en nuevas áreas como la economía circular, la bioeconomía y la electrificación del transporte entre otras cosas”.