Choques inflacionarios en LatAm aumentan probabilidad de más alzas de tasas

La región se está viendo golpeada por el aumento de los costos de los combustibles y los alimentos impulsado por la guerra en Ucrania

europa
Por Andrew Rosati y Matthew Malinowski
08 de abril, 2022 | 01:26 PM
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Bloomberg — Los bancos centrales de América Latina se enfrentan a una nueva presión para ampliar las agresivas subidas de las tasas de interés después de que los precios al consumidor superaran las estimaciones en toda la región, impulsados por el aumento de los costos de las materias primas.

La inflación de marzo superó incluso las previsiones más pesimistas en Brasil y Chile, según las cifras oficiales publicadas el viernes. Esto se suma a los datos de precios peores de lo esperado en Colombia, Perú y México. La región se está viendo golpeada por el aumento de los costos de los combustibles y los alimentos impulsado por la guerra en Ucrania.

La sacudida de las materias primas
El aumento de los costos de las materias primas hace subir los precios en América Latina

Blanco: IPC de Brasil interanual (R1)
Azul: IPC de Chile interanual (R1)
Morado: IPC de Colombia interanual (R1)
Naranja: IPC de México interanual (R1)
Azul claro: IPC de Perú interanual (R1)
Azul gris: Precio del barril de petróleo Brent (L1)

Los bancos centrales latinoamericanos fueron de los primeros en el mundo en empezar a subir los costos de los préstamos a medida que las limitaciones de la oferta mundial y, en algunos países, los estímulos contra la pandemia de Covid-19 reavivaron la inflación. Las nuevas presiones sobre los precios desafían ahora los planes de Chile y Brasil de poner fin al endurecimiento monetario. También corren el riesgo de alimentar el malestar social, que estalló en forma de protestas masivas en Perú.

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Lo que dice Bloomberg Economics

“Los precios de los alimentos y del combustible fueron los principales impulsores, pero no los únicos, de las fuertes subidas de marzo. Los resultados muestran claramente el impacto del aumento de los precios mundiales de los alimentos y los combustibles tras la guerra en Ucrania. También muestran la creciente presión sobre la inflación en general. Los datos apuntan a un escenario difícil para los bancos centrales, ya que la presión inflacionaria se debe principalmente a los choques de oferta sobre los que los tipos de interés no tienen mucho efecto.”

Felipe Hernández, economista para América Latina

La inflación mensual de Brasil fue la más alta desde 2003, ya que la gasolina se disparó en un 6,95%. En Chile, los precios al consumidor registraron la mayor subida mensual en casi tres décadas, luego de que el pan aumentó un 5,9% y la energía un 2,6%.

El gas de cocina y la gasolina impulsaron la inflación en México, con una cifra anual que alcanzó un máximo de 21 años. Sin embargo, el aumento de los precios podría haber sido mucho peor.

“Los precios del gas y la gasolina han subido mucho menos que las referencias internacionales”, dijo Alonso Cervera, economista jefe para América Latina de Credit Suisse Group AG (CS), sobre México. “La inflación sería mucho mayor, quiero decir mucho, si no fuera por los subsidios”.

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Desafio a proyecciones

La inflación de marzo pone a prueba las proyecciones de la presidenta del banco central de Chile, Rosanna Costa, que dijo la semana pasada que los responsables de formular la política monetaria podrán ralentizar el ritmo de las futuras subidas de tasas, y del presidente del banco central de Brasil, Roberto Campos Neto, que ha señalado en repetidas ocasiones que tiene previsto un último aumento en mayo. Las tasas swap en ambos países subieron el viernes tras las cifras de inflación.

Sin duda, algunos economistas desconfían de la idea de una subida aún más agresiva de los costos de los préstamos. “En lugar de fijarse en la inflación general actual, se fijan en la inflación a 12-24 meses próximos. Eso es lo que realmente les importa”, dijo Alejandro Arreaza, economista de Barclays Capital Inc.(BCS)

Cada vez hay más indicios de que el enfado por los precios se está trasladando a la política. El presidente de Perú, Pedro Castillo, decidió imponer un toque de queda en Lima esta semana después de que las protestas contra la inflación se convirtieran en violentos enfrentamientos con la policía.

En Brasil, la empresa estatal Petroleo Brasileiro SA (PBR), o Petrobras, anunció en marzo que subiría los precios de los combustibles hasta un 25%. El presidente Jair Bolsonaro, que se presentará a la reelección en octubre, destituyó al jefe de la empresa dos semanas después, cuando las encuestas mostraban que los votantes estaban furiosos por la inflación.

Del mismo modo, aproximadamente dos tercios de los chilenos creen que las perspectivas de consumo son malas o muy malas, según una encuesta de opinión pública publicada el domingo, que también mostró la disminución del índice de aprobación del presidente, Gabriel Boric.

El jueves, Boric dio a conocer un plan económico destinado a impulsar los sectores que han quedado rezagados en la recuperación del país. La iniciativa incluye la congelación de las subidas del transporte público, así como esfuerzos para contener las subidas del queroseno y la gasolina.

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De cara al futuro, hay más malas noticias a la vista. El 13 de abril, Argentina publicará su lectura de la inflación de marzo, que se espera que muestre un aumento de los precios al consumidor del 5,8%, el mayor salto durante el mandato del presidente, Alberto Fernández.

“La guerra en Ucrania y la enorme volatilidad de los precios de las materias primas es una sorpresa para todos”, dijo William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics. “Más que nada, pone a los responsables políticos en una posición difícil, ya que han actuado para contener el aumento de los precios”.

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Con la asisencia de Rafael Gayol.

Este artículo fue traducido por Andrea González