Montevideo — La inflación al alza en Uruguay estuvo marcada entre los meses de febrero y marzo por la incidencia del rubro de alimentos, donde tanto las hortalizas como las verduras de hojas tuvieron una particular incidencia. El Índice de Precios al Consumo (IPC) alcanzó 9,38% en la medición interanual a marzo, y su variación mensual fue de 1,1%, por encima de la mediana de expectativas de los analistas consultados por el Banco Central del Uruguay.
¿Qué llevó al incremento de estos alimentos y qué esperar en abril? ¿Cuáles hortalizas pueden tener durante el año un precio superior al histórico y por qué?
Los productores granjeros uruguayos aseguran que el precio del tomate, así como el de la lechuga y el morrón, entre otros, continuarán con una tendencia a la baja en las próximas semanas. Estos productos, con alta incidencia en el aumento del IPC desde inicios de año, ya tuvieron una merma en su precio de venta mayorista desde el pico ocurrido entre febrero y la mitad de marzo.
Remo Di Leonardi, productor de la zona de Progreso, en Canelones, y secretario general de la Confederación Granjera del Uruguay, explicó a Bloomberg Línea que lo ocurrido con los precios tuvo su origen en la sequía de noviembre pasado, con altas temperaturas, que luego trajo intensas lluvias en la segunda mitad de enero y en febrero. “Es muy sencillo. Hubo más que nada problemas climáticos que afectaron verduras de hojas y hortalizas, dijo.
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“El cambio fue abrupto. Pasamos de un déficit hídrico a un exceso de lluvias. Eso llevó a que a las plantaciones les fuera imposible soportar esos cambios, y se generó una muy reducida oferta que llevó a los cambios en precios”, complementó el productor.
Entre las hortalizas afectadas estuvieron los tomates y morrones, así como las verduras de hojas como lechuga, acelga, puerro, espinaca, y perejil, que también tuvieron escasez. Además, en el sector avícola, hubo mayor mortandad de gallinas ponedoras de huevos, que llevó a la falta de ese producto, y también arrastró un incremento en precios.
Pablo Pacheco, jefe del área de Desarrollo de la Unidad Agroalimentaria de Montevideo (UAM) y coordinador del Observatorio Granjero, dijo a Bloomberg Línea que “la oferta de esos productos fue trágica” a raíz de las lluvias. “Lo que ocurre todos los años, y este no sería la excepción, es que a mitad de abril se empieza a abrir (el mercado) a productos del litoral norte que aumentan el nivel de oferta y eso vaya determinando una reducción en los precios”, dijo el ingeniero agrónomo del principal abasto de frutas y verduras de Uruguay.
Di Leonardi afirmó que lo ocurrido a inicios de año fue “una situación muy coyuntural” y que en la actualidad “se está volviendo a la normalidad” con precios “fuertemente a la baja”. “Por sus ciclos cortos las verduras de hojas se volvieron a normalizar y el tomate tenemos la suerte de que hubo una tendencia a la baja” por el ingreso de productos desde la zona de Salto, en el litoral norte del territorio.
La lechuga y la acelga también ya registraron una baja. La lechuga, que en el mayorista llegó a costar a inicios de febrero entre $450 y $500 por una caja con 12 atados, y entre $250 y $300 a mediados de marzo, ahora está entre $150 y $180 en el precio de referencia según su tipo. La acelga, por su parte, trepó hasta $700 la caja al arranque del segundo mes del año, y en la última lista difundida se ubicó en $400.
Pecheco coincidió que la lechuga “tuvo un momento de suba pero después se arregló enseguida y volvió a la media histórica”, así como la espinaca y la acelga.
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De todos modos, otro factor es cuánto de eso luego se traslada a los precios en los comercios, con las cadenas de distribución en el medio.
Los números
Los informes semanales de precios realizados por la UAM durante los meses de febrero y marzo explicaron también algunas de las razones.
El informe de la semana del 5 al 11 de febrero ya daba cuenta de la situación generada por las lluvias de la segunda quincena de enero. El documento señaló los “eventos climáticos extremos”, que redujeron los rendimientos. “Los frutos que estaban por ser cosechados sufrieron severos problemas de calidad, especialmente pudriciones, lo que ha generado un panorama de bajos ingresos de mercadería con presión al alza de los precios de las calidades superiores”, señaló. Por entonces, el kilo del tomate de mesa en el mayorista estaba a $90 y el morrón rojo $76 por kilo. Un mes después, tanto la oferta de tomates como de morrón continuaba “siendo escasa”, señaló el informe de la semana del 5 al 11 de marzo. Esa semana el tomate quedó en $140 por kilo en la UAM y el morrón en $130.
Del 12 al 18 de marzo ingresaron “partidas de tomate importado desde Brasil para compensar el nivel de oferta que existe a nivel nacional”, aunque el producto también tenía baja oferta en la región. En ese reporte, el precio del tomate fue de $160 y $170 por kilo. En tanto, el del morrón rojo descendió y se ubicó en $89.
En la siguiente semana también comenzó a bajar tomate pero el morrón se recuperó, debido a una menor oferta, y ambos oscilaron en los $110 en el mayorista por kilo. En la última lista de precios el tomate está en $80 kilos el producto de referencia, al tiempo que el morrón rojo se mantiene en $105 por kilo.
Cebolla y boniato
El jefe de Desarrollo de la UAM explicó que productos como el apio, el repollo, y la remolacha, muestran promedios más altos, aunque es esperable que bajen en el correr del otoño.
En cambio, para la papa, el boniato, la cebolla, la zanahoria y el zapallo el panorama no es tan claro. “Estos rubros han mostrado a raíz de las condiciones meteorológicas un efecto en precios, que en algunos casos seguramente sea transitorio, como puede ser la zanahoria o la papa, pero en el caso de la cebolla y el boniato son rubros donde el efecto se va a ir acentuando este año”, dijo.
Según explicó, son productos de una única cosecha anual que estuvo perjudicada por las lluvias, lo que repercutirá con un precio más alto en el invierno y en el inicio de la primavera. “En esos productos vamos a tener una expectativa de precios superiores al histórico”, concluyó Pacheco.
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