Bloomberg — El rublo (RUB) subió por tercer día consecutivo para acercarse a su valor más alto en más de dos meses, evocando el escepticismo de los estrategas de divisas que dicen que el mercado está roto debido a los controles de capital, las ventas forzadas de dólares y los volúmenes ultra bajos.
La moneda rusa se fortaleció hasta un 7,3% el jueves, ampliando su rebote tras el colapso que siguió a la invasión de Ucrania por parte de la nación y a las sanciones que la aislaron del sistema financiero mundial. Uno de los principales motores de las últimas ganancias es la continua demanda de petróleo y gas de Rusia en Europa y en otros lugares, que aporta al país casi US$1.000 millones al día en ingresos.
Los estrategas dicen que la subida del rublo no es creíble: el tipo de cambio ya no es de libre flotación y la moneda estaría en un nivel muy diferente si se eliminaran las barreras. Con Rusia tambaleándose al borde de un impago de la deuda y la economía contrayéndose, el rublo ya no refleja los fundamentos del país, dicen.
“Es un nivel completamente artificial y, por tanto, hay que darle muy poca credibilidad”, dijo Cristian Maggio, jefe de estrategia de cartera del Toronto Dominion Bank (TD) de Londres. “Casi nadie puede operar con el rublo y los que realmente lo hacen, lo hacen a niveles muy diferentes de los que informan las pantallas. Desde el punto de vista del mercado y la macroeconomía, no tiene sentido”.
Los movimientos exagerados del rublo coinciden con un desplome de los volúmenes de negociación. La media de 20 días de volúmenes diarios en la divisa ha caído al mínimo desde 2012 a medida que los inversores extranjeros recortan su exposición a los activos rusos.
Dada la escasa participación, los movimientos del rublo están dictados por los duros controles de capital del Gobierno. Estos incluyen la prohibición de que los extranjeros vendan activos rusos, así como la obligación de que los exportadores vendan divisas.
Salidas bloqueadas
“Es importante destacar que no es un mercado que funcione correctamente”, dijo Piotr Matys, analista de divisas de InTouch Capital Markets Ltd. en Londres. “El rublo no es una moneda de libre comercio después de que Rusia impusiera varias restricciones que esencialmente impiden la salida de capitales”.
Para aumentar la complejidad, Putin ha exigido que los compradores extranjeros paguen en rublos el gas natural de Rusia. Aunque los funcionarios europeos rechazaron el plan cuando se anunció por primera vez, un funcionario francés dijo el 31 de marzo que el nuevo mecanismo no cambiará los pagos previstos en los acuerdos de suministro, que continuarán como hasta ahora.
Todas las partes en movimiento significan que el descubrimiento de los precios es casi imposible.
“Últimamente me he centrado en el rublo simplemente porque es un mercado sintético”, dijo Simon Harvey, jefe de análisis de divisas de Monex Europe. “Una vez que vuelva la profundidad, los precios serán muy diferentes a los actuales, a menos que haya una intervención severa o que continúen las restricciones de capital”.
Este artículo fue traducido por Andrea González