Natti Natasha, Sin Bandera y Morat: Los conciertos en Venezuela y el debate económico

El costo de las entradas para el concierto de la dominicana se ubica entre $30 y $500, por debajo del precio dispuesto para Sin Bandera junto a Camila, con la entrada más costosa en $5.000, y un sold out en horas

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Artistas internacionales decidieron en 2022 regresar a Venezuela. Los boletos para los conciertos, en las distintas categorías musicales, y que han tenido y tendrán como epicentro la capital venezolana, se han agotado en horas. El debate, mientras tanto, crece entre los venezolanos que hablan sobre la paradoja de una recuperación económica mientras las fallas en los servicios públicos y la pobreza se mantienen en niveles alarmantes.

Morat, una banda colombiana de folk-pop, fue de las primeras en anunciar presentaciones en Venezuela. Sus fanáticos se hicieron tendencia en las redes sociales, por la velocidad con la que acudieron al centro de ventas de las entradas. Los precios tenían una variación entre 45 dólares y 190 dólares, una suma difícil de cancelar para quienes obtienen un ingreso de salario mínimo, ubicado entonces en 2,2 dólares al mes.

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Casualmente, el anuncio de un nuevo ingreso salarial, aprobado por Nicolás Maduro y el que ahora se fijaría en 30 dólares al mes, aterrizó a la par de una lista de nuevas presentaciones de distintos cantantes y bandas musicales. Y aunque, el medio petro en el que fue establecido el salario de un trabajador en Venezuela, todavía resultaba bajo para la adquisición de boletos, estos igualmente se agotaron con rapidez.

Las entradas para disfrutar de Sin Bandera junto a Camila eran ofrecidas entre 60 y 5.000 dólares, las más costosas, que incluía el acceso para 10 personas y exclusividad. El escándalo se hizo presente nuevamente en redes sociales, sin embargo en 24 horas aproximadamente, la venta para la presentación que será en junio ya se había completado.

En el caso de la cantante dominicana, Natti Natasha, las entradas empezarán a venderse este jueves 5 de abril. Su costo se ubica entre 30 y 500 dólares. Para acudir al concierto de la banda colombiana, Piso 21, que tiene planificado presentarse a mediados de mayo, también representan un valor similar, entre 50 y 100 dólares. Y aunque la fanaticada no se ha mostrado tan efusiva, se espera que también pueda estar a tope la venta.

Otros artistas como Cristian Castro, Cultura Profética y Kany García tienen su mirada puesta en Venezuela, dónde esperan presentarse en el segundo trimestre. Los cantantes nacionales, entre ellos Servando y Florentido, que con tres conciertos también en la terraza del Centro Ciudad Comercial Tamanaco, agotaron el aforo dispuesto, abrieron la posibilidad de continuar otra gira por todo el país.

La discusión, mientras tanto, se centró en la recuperación económica y la disparidad en ella. Hasta el año pasado, la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), reflejaba una cifra de pobreza en 94,5%. Este año, aunque no ha sido presentado el resultado del estudio, algunos de sus colaboradores, como el sociólogo Luis Pedro España, habló sobre la posibilidad de que ese dato disminuyera.

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La administración de Nicolás Maduro, por su parte, aseguró a principios de 2022, que durante el último trimestre del año la economía en Venezuela experimentó una recuperación de 7,6%. Más reciente, el Credit Suisse hizo una modificación en sus proyecciones sobre la nación suramericana e indicó que el crecimiento económico podría avanzar hasta el 20% este año.

Una inesperada recuperación de la industria petrolera así como la estabilización del tipo de cambio, que el Observatorio Venezolano de Finanzas ha atribuido a una política que sacrifica las reservas líquidas internacionales del BCV, sin estrategias reales a mediano plazo, han sido parte fundamental del proceso.

La desregularización de la economía, planteado así por especialistas, que ha aplicado Maduro bajo el asesoramiento del exministro de Finanzas de Ecuador, Patricio Rivera, que ha supuesto además una dolarización de facto con la liberación de transacciones en moneda extranjera, también ha tenido un impacto en este sentido, aunque no se evalúa igual desde todos los sectores.

“Los que hablan de la ‘perestroika’ criolla en Venezuela, tienen una monumental confusión. En Venezuela no hay políticas de reestructuración, apertura económica o mayor transparencia. El colapso estatal y la informalidad no equivalen a apertura. Y allí está el IGTF”, comentó el profesor de Derecho Administrativo y Constitucional, José Ignacio Hernández en su cuenta oficial de Twitter.

El alto movimiento en la economía negra y el desarrollo de tiendas de lujo y bodegones, sin certeza sobre el origen de sus fondos, es así incluido por expertos en la ecuación de la apertura económica, que al final no aplica para todo el país, siendo todavía el sector público y los pensionados los más afectados en cuánto a poder adquisitivo.

Lo demuestra así el pago en dólares a trabajadores en el sector privado o las remesas que cumplen un rol de alivio a la población. De acuerdo a un informe del grupo Anova Policy Research, en conjunto con el OVF, el salario promedio del sector comercio subió un 71% a 89,2 dólares en 2021 y durante los tres primeros meses de 2022, el 69% de los salarios se pagaron en dólares, con un ingreso promedio que se situó en 108,7 dólares.

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“Los mismos que hace 4 años comían dos veces al día y tumbaban mangos de una mata para sobrevivir, hoy hacen cola en el CCCT para comprar entradas a conciertos de $150; compran NFTs y tienen iPhones con tres camaritas”, escribió Oliver Laufer, usuario en Twitter en referencia a ese crecimiento.

Y mientras su sostenibilidad se mantiene sujeta al desarrollo de políticas económicas reales, y la realidad detrás de esta recuperación puede contar con variedad de ángulos, las presentaciones de estrellas nacionales e internacionales siguen su curso, y algunos venezolanos se intentan adaptar a ello.