LatAm y el mundo se preparan para combatir la escasez de aceite de girasol

Este producto se produce mayoritariamente en Ucrania y la guerra está presionando los precios y su suministro

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Bloomberg Línea — La guerra en Ucrania ha impactado notablemente en los precios del petróleo y los alimentos, tanto en Europa como en América Latina. Pero aunque aparentaba ser momentáneo, diversos mandatarios y analistas dieron a conocer públicamente que prevén que las afectaciones en la cadena de suministros continuarán en el tiempo.

Uno de los productos que ha sentido los impactos de esta guerra, que ya sobrepasó los 40 días, es el aceite de girasol, en donde Ucrania tiene una alta importancia. Sucede que este país está sufriendo recortes en las plantaciones y también en las exportaciones debido a su situación actual, según dijo a Bloomberg Ievgen Osypov, director ejecutivo de Kernel Holding S. A., el mayor productor del país.

Osypov señaló que los agricultores están iniciando la temporada de siembra de primavera y las plantaciones podrían caer un 20%, razón por la que los rendimientos también disminuirán, añadiendo que la producción de granos y semillas oleaginosas podría caer en esta temporada a 60 millones de toneladas, desde las 100 millones de toneladas registradas en la temporada pasada.

Impacto directo

Esta situación ha generado presiones en los precios de los productos en los que se utiliza el aceite de girasol y, al tiempo, también ha elevado los precios de venta del girasol, según John Sandbakken, director ejecutivo de la Asociación Nacional del Girasol. En declaraciones a Bloomberg, señaló que el precio de mercado al contado de los girasoles de nueva cosecha en EE.UU. es ahora de casi US$34 las 100 libras, superando el máximo histórico anterior de US$30,50 en 2008.

Rusia y Ucrania tienen un peso importante en la producción y exportaciones de alimentos hacia el mundo, representando el 29% de las de trigo y el 19% de las de maíz, según datos recopilados por JP Morgan Chase & Co. (JPM).

El alza en los precios ha causado que algunas industrias contemplen la necesidad de cambiar a otros aceites vegetales alternativos como el de oliva o el de granola, aunque en algunos productos su producción se puede tornar más costosa.

Según detalló en los últimos días la confederación alimentaria de la Unión Europea, Food and Drink Europe, en un comunicado, este cambio en el uso de aceites también va a requerir “un cambio en el etiquetado (...) Esto significa que los operadores detienen la producción hasta que haya nuevas etiquetas disponibles o se otorga un enfoque flexible y temporal para llevar a cabo los controles oficiales”.

Algunos de los productos en los que se usa este aceite son los dulces, la mayonesa industrial, la salsa de tomate y otras salsas como la pesto, boloñesa o napolitana, los snacks como las papas fritas y los frutos secos.

Un estudio reciente de Data Bridge Market Research sobre el mercado del aceite de girasol en el mundo, prevé un crecimiento de una tasa anual compuesta del 5,85% en el período de pronóstico de 2021 a 2028. “El aumento en el número de aplicaciones de aceite de girasol en el sector del cuidado personal y los biocombustibles es el factor responsable del crecimiento de mercado de aceite de girasol en el período″, destacó la entidad.

Las góndolas en LatAm

Los países de América Latina han comenzado a tomar medidas para reducir el impacto en los precios de los alimentos que está causando la guerra en Ucrania y, a la vez, reducir la inflación que está al alza.

Brasil, por ejemplo, busca sustituir parte del mercado de maíz que tiene Ucrania y según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) la producción total de este cereal en el país puede crecer hasta un 29% este año y alcanzar las 112 millones de toneladas.

Entre tanto, Argentina también buscan retener la exportación de productos agrícolas y productos necesarios en la canasta familiar como el trigo, la harina y el aceite de soja.

Y ante la coyuntura, los agricultores argentinos están viendo oportunidades de crecimiento en el mercado de aceite de girasol.

Con la caída de las exportaciones, la superficie sembrada en la Argentina en la temporada 2022-2023 llegaría a dos millones de hectáreas, una quinta parte más que la temporada anterior y la mayor en 14 años, según Bloomberg. Eso sería una quinta parte más que la temporada anterior y la mayor superficie en 14 años, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Sin embargo, ante las “oportunidades” que está generando la guerra en las cadenas de suministro y la reconfiguración del mercado de alimentos, los expertos aseguran que no todos los países de la región podrán sacar provecho.

“No todos los exportadores podrán aumentar su oferta, ya sea porque están al límite de su capacidad, por el clima, por el encarecimiento o falta de insumos (...) Además de que la crisis nos afecta en diversos modos y grados, parece poco probable que podamos suplir a corto plazo la reducción de oferta de la región en guerra”, explicó Juan Miguel Massot, director del Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad del Salvador, en una columna de opinión sobre la posición de América Latina frente a la crisis alimentaria.