Bloomberg — El presidente Vladimir Putin está apostando a que sus tropas pueden lograr una victoria en el este de Ucrania para rescatar la vacilante invasión rusa después de no poder apoderarse de la capital, Kiev, con una guerra relámpago. Todavía se enfrenta a una tarea difícil.
Seis semanas de guerra han expuesto graves fallas en la capacidad de Rusia para sostener operaciones militares, algo que obligó al Kremlin a reducir sus objetivos bélicos. La atención se centra ahora en tomar las regiones ucranianas del Donbás, específicamente Donetsk y Luhansk, y potencialmente la mayor parte posible de su costa sur, lo que le permitiría a Putin establecer un corredor terrestre hacia la península de Crimea que anexó en 2014.
“Es más realista que los grandes objetivos que tenían originalmente, pero la velocidad es esencial”, dijo Samuel Cranny-Evans, analista del Royal United Services Institute de Londres. “Las tropas rusas están fatigadas, la dificultad para ellas será mantener el impulso, mantener la presión; mucho dependerá del estado de las fuerzas ucranianas”.
Ucrania se prepara para “una dura pelea por el Donbás”, dijo a Bloomberg TV Ihor Zhovkva, el subjefe de gabinete presidencial ucraniano. Las autoridades han dicho a los civiles que abandonen la zona lo antes posible.
Con hasta un tercio de las unidades rusas listas para la batalla desplegadas en Ucrania fuera de combate según algunas estimaciones estadounidenses, rodear a las fuerzas ucranianas requerirá refuerzos significativos, dice Rochan Consulting, un grupo de investigación de defensa con sede en Gdansk, Polonia.
“Ya se han utilizado las mejores tropas y no podemos estar seguros de la calidad de las reservas de Rusia”, dijo Pavel Luzin, analista militar independiente con base en Rusia. “¿Cuánto de esta mano de obra está lista para el combate? ¿Está lo suficientemente motivada para emprender tal ofensiva?”
En una señal de escasez de tropas, Rusia está reasignando algunas fuerzas de las regiones separatistas de Georgia para reforzar su invasión de Ucrania, dicen funcionarios occidentales. Las tropas rusas que se retiraron de Kiev a Rusia no serán efectivas en combate durante algún tiempo, según el Instituto para el Estudio de la Guerra.
Las tropas rusas ya están haciendo avances modestos al este de Kharkiv, la segunda ciudad de Ucrania, en un esfuerzo por aislar a las fuerzas ucranianas que defienden el Donbás, que se encuentran entre las mejores y más aguerridas del país. En el camino de Rusia se interpone el control de Ucrania de las ciudades estratégicas de Slovyansk y Kramatorsk, aunque podría tratar de eludirlas.
Envalentonada por su exitosa defensa de Kiev y respaldada por el armamento proporcionado por EE.UU.y Europa, Ucrania está reforzando esas tropas.
Las negociaciones entre las dos partes para detener los combates están estancadas y es posible que no recuperen el impulso hasta que el resultado de esta nueva fase de la guerra sea más claro.
¿9 de mayo como fecha límite?
Putin busca “algún tipo de victoria” antes del desfile anual del Día de la Victoria del 9 de mayo en la Plaza Roja de Rusia, que marca la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, dijo Mikk Marran, director general del Servicio de Inteligencia Exterior de Estonia.
Rusia puede ver su primer gran triunfo en el campo de batalla si logra tomar el control de la ciudad portuaria sureña de Mariúpol, después de un brutal asedio que mató a cientos y redujo muchos de sus edificios a escombros. Los defensores ucranianos, cercados, han estado peleando casa por casa.
Hasta ahora, Rusia ha logrado tomar el control solo de la ciudad de Kherson, en el Mar Negro, aunque los ucranianos han lanzado una contraofensiva. Odesa, el puerto más grande del país, permanece firmemente bajo el control de Kiev.
Aún así, Ucrania ha estado pidiendo más ayuda, incluidos tanques y aviones. El ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, dijo el jueves en Bruselas donde llegó para conversarsaciones con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que había venido a “discutir las tres cosas más importantes: armas, armas y armas”.
Ucrania también retiró los sistemas de defensa aérea del este para defender Kiev en la primera parte del conflicto, dejándola expuesta al poder aéreo ruso ahora en Donbás, según Cranny-Evans del Royal United Services Institute (RUSI).
“Es probable que los rusos tengan las manos relativamente libres ahora”, dijo. “Los ucranianos necesitarán una ayuda significativa y sostenida de la OTAN”.
‘Trabajo largo’
Los separatistas respaldados por Rusia han controlado las autoproclamadas República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, que cubren aproximadamente el 30% de las dos regiones ucranianas desde 2014. Putin los reconoció como independientes y respaldó sus reclamos sobre el resto de Donetsk y Luhansk dos días antes de anunciar la invasión del 24 de febrero con el objetivo de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania derrocando a sus líderes democráticos e instalando una administración pro-Moscú. Ucrania descarta los objetivos de Rusia como absurdos.
Después de que fracasara su impulso inicial de decapitar el liderazgo ucraniano, la decidida resistencia de Ucrania ha obligado a Rusia a adoptar objetivos más modestos.
Zelenskiy ha indicado que está dispuesto a discutir la demanda de Rusia de que su país abandone las ambiciones de unirse a la OTAN y se vuelva neutral, aunque a cambio quiere garantías de seguridad. Pero Ucrania rechaza las demandas rusas de reconocer su soberanía sobre Crimea y la independencia de las repúblicas autoproclamadas y habla sobre una fórmula de compromiso que dejaría en suspenso el estatus de Crimea y la concesión de facto del control ruso en las partes de Donbás que ocupa dando marcha atrás, según Rusia
Eso significa que es probable que las dos partes sigan disputando territorio mientras EE.UU. y sus aliados continúan imponiendo oleadas de sanciones a la economía y altos funcionarios de Rusia en un esfuerzo por presionar a Putin para que ponga fin a la invasión y retire sus fuerzas.
La guerra “va a ser una tarea larga”, dijo el jueves el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, al Comité de Servicios Armados del Senado de los Estados Unidos.
“Es una pregunta abierta ahora sobre cómo termina esto”, dijo.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar
