Bogotá — Colombia puede y debe aprovechar la actual subida de precios del petróleo que se da en el marco de la guerra en Ucrania, que ha llevado el barril de la referencia Brent por encima de los US$100, puesto que esto le dará un respiro para avanzar en su transición energética, dijo en una entrevista con Bloomberg Línea la líder de proyecto en Boston Consulting Group (BCG), Cristina Morales.
“A medida que vayamos haciendo la transición, es importante que los países que tienen estos recursos de petróleo, gas y demás reservas puedan explotarlas para su mayor beneficio, porque si no van a convertirse en activos varados que se quedan enterrados”, manifestó la ejecutiva, quien durante 8 años trabajó en el World Energy Council con un enfoque en Latinoamérica y el Caribe.
En entrevista con Bloomberg Línea, Cristina Morales manifestó que “Colombia tiene y debe aprovechar los recursos que tiene y usarlos de forma inteligente para continuar creciendo y robusteciendo su economía”, a la vez que avanza en la diversificación y en la transición energética.
“A futuro Colombia tiene que pensar en cómo diversificarse y esta coyuntura de precios puede ser una forma de tomar un respiro para poder pensar en esa estrategia de largo plazo”, agregó.
Según la ejecutiva, las exportaciones de combustibles y productos de la industria extractiva a enero 2021 representaron el 45% de las ventas totales del país al exterior.
Además, dejan cerca del 17% de los ingresos corrientes del Gobierno y generan en promedio unos 150.000 empleos.
La semana pasada la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) de Colombia dio aval al piloto de fracking de la estatal petrolera Ecopetrol en Puerto Wilches, Santander, a pesar de las protestas contra el mismo.
De acuerdo a la Anla, la licencia ambiental que se le otorga a este piloto de fracking no quiere decir que los proyectos de investigación integral pasen a fase comercial.
De hecho, antes de que esto ocurra los resultados de los proyectos piloto de yacimientos no convencionales serán estudiados por parte del Comité de Evaluación, que se conformó a raíz del Decreto 328 de febrero de 2020 y del que no hace parte la Anla.
Cristina Morales señaló que el fracking es una tecnología que le va a permitir al país explotar mucho más estas reservas e incrementar esos dividendos petroleros para invertirlos en “un sector más resiliente a futuro”, ya que afirmó que “la transición (energética) no es gratis”.
“Muchas veces hablamos de transición y pensamos que es tener unos paneles solares y ya. Pero no, la transición cuesta y si queremos depender de más fuentes renovables tenemos que aumentar las redes de distribución, los mecanismos de almacenamiento y cómo vamos a financiar eso”, añadió.
En noviembre de 2020 la Procuraduría General advirtió que la explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales “no es compatible con el principio de desarrollo sostenible” en Colombia.
En este sentido, solicitó al Consejo de Estado que declarara nulos tanto el Decreto 3004 de 2013 como la Resolución 90341 de 2014 “que establecieron los criterios y procedimientos para la exploración y explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales, entre ellos el fracking”.
La situación en Latinoamérica
Sobre la situación en la región, destacó que Latinoamérica tiene grandes oportunidades por su riqueza energética y mencionó que países como Uruguay, Chile o Brasil están haciendo grandes esfuerzos para poder impulsar la transición del sector.
Particularmente sobre Chile comentó que el país tiene “una política muy interesante desde hace un par de años para poder impulsar su sector energético de una forma muy fuerte”, superando su alta dependencia del gas argentino.
Chile ya “no tiene esos problemas, ha logrado transitar, hacer grandes cambios, desarrollar fuentes renovables y hoy en día creería que es el líder en temas de hidrógeno”, añadió.
En la otra cara, ve retos en países como México, que “iba por buen camino”, pero en donde algunas “contrarreformas recientes” han puesto en cuestión cómo va a avanzar en estos temas y sobre todo cómo va a atraer las inversiones necesarias para poder garantizar la sostenibilidad del sistema a futuro.
Sobre Colombia manifestó que el país ha progresado con un impulso importante a la diversificación de la matriz eléctrica, así como a las energías renovables no convencionales en los últimos años, “posicionándolo bastante bien de cara a la sostenibilidad energética en el futuro”.
Un sistema integrado
Sobre un posible viraje hacia un modelo de izquierda en Latinoamérica, tras los pasos que ya dio Chile en ese sentido, comentó que “los temas políticos están altamente ligados a la energía, y por supuesto, los cambios siempre tienden impactos en el sector”.
Pero más allá de esto dice que el gran reto de Latinoamérica desde hace muchos años es cómo la región puede integrar sus sistemas energéticos.
En este sentido, indicó que la parte norte del continente tiene ciclos complementarios de lluvia con la parte sur, lo que ofrecería ventajas al sector eléctrico.
“Es decir, cuando nuestras hidroeléctricas están full en las de abajo no está lloviendo tanto y están más bajas. Para mí el gran reto que hay, independientemente de los Gobiernos que sean y que cambien de un país a otro, es cómo podemos trabajar por un sistema energético que nos permita explotar esas complementariedades”, afirmó.
De acuerdo a la especialista, esto le permitiría al país construir un sistema sostenible, garantizar la seguridad energética, el acceso a precios competitivos y preservar la sostenibilidad ambiental, pero falta voluntad política y de discurso, más que una cuestión técnica, ahondó.
“Los beneficios que podemos tener van a ser mucho más grandes frente a si lo seguimos haciendo país a país. Centroamérica ha dado algunos pasos más fuertes en este tema (…) En Suramérica nos quedan muchos más retos y para mí, más que este Gobierno va para allá y el otro para allá, que eso siempre ha llegado a pasar, el reto está en cómo los Gobiernos entienden y empiezan a pensar en esta lógica del sistema energético a nivel regional”.