El mundo necesita alzas de tasas para afrontar la era inflacionaria: Agustín Carstens

El gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), advierte que las tasas deben subir por encima de los niveles neutrales

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Bloomberg — La economía mundial puede estar entrando en una nueva era inflacionaria que requerirá que los bancos centrales suban decididamente las tasas de interés y que los gobiernos asuman la responsabilidad de garantizar una expansión económica sostenible a largo plazo, según el principal guardián monetario del mundo.

Las fuerzas que subyacen a las persistentes presiones de los precios en las economías avanzadas y emergentes podrían persistir durante algún tiempo, y están surgiendo otras nuevas en medio de la rigidez de los mercados laborales y las tendencias a la desglobalización, dijo el martes Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) en un discurso pronunciado en Ginebra.

Esto significa que los responsables de la política económica ya no disponen de un “margen de maniobra sin precedentes” para apoyar el crecimiento y el empleo, y deben dar prioridad a la estabilidad de la inflación.

“Si las circunstancias han cambiado fundamentalmente, puede ser necesario un cambio de paradigma”, dijo Carstens. Al BIS se le conoce a menudo como el banco central de los bancos centrales. “Ese cambio requiere un reconocimiento más amplio en la formulación de políticas de que impulsar un crecimiento resistente a largo plazo no puede depender de repetidos estímulos macroeconómicos, ya sean monetarios o fiscales. Sólo puede lograrse mediante políticas estructurales que refuercen la capacidad productiva de la economía.”

La inflación está batiendo récord tras otro en muchas partes del mundo, lo que ha llevado a los bancos centrales a empezar a abandonar las políticas monetarias ultralaxas que ayudaron a las economías durante la pandemia. Sin embargo, muchos se preguntan si las presiones sobre los precios que se están produciendo ahora traerán consigo una inflación más rápida a largo plazo, o si se reducirán cuando el repunte de los precios de los energéticos desaparezca.

Carstens se inclina por el primer escenario.

“No deberíamos esperar que las presiones inflacionarias se reduzcan pronto”, dijo. “De hecho, es posible que el impacto total sobre los precios de las interrupciones de 2021 aún esté haciendo mella en el sistema”.

Esto se debe a que los consumidores siguen comprando más bienes que servicios, mientras persisten los cuellos de botella en el transporte marítimo, los semiconductores y parte de la mano de obra. Además, la invasión de Rusia a Ucrania está avivando los costos de los alimentos y las materias primas, con lo que las empresas y los hogares se ven directamente afectados y las cadenas de valor mundiales también se tensan.

Inflación impulsada por la oferta

Aunque muchos responsables en la formulación de políticas argumentarían que “mirar a través” de una inflación impulsada por la oferta es la respuesta correcta, Carstens dice que puede no ser así esta vez.

“Eso supone que los excesos de inflación son temporales y no demasiado grandes”, dijo. “La experiencia reciente sugiere que puede ser difícil hacer distinciones tan claras”, y añade que “es difícil establecer dónde está ese umbral, y puede que lo descubramos sólo después de haberlo cruzado”.

Los indicadores del mercado en EE.UU. y en gran parte de Europa señalan que las expectativas de inflación pueden estar desvinculándose, advierte Carstens. Mientras tanto, los aumentos de costos en un sector se están trasladando a otros, el crecimiento de los salarios se está recuperando y el retroceso de la globalización está aliviando las presiones desinflacionarias.

“Parece claro que los tipos de interés oficiales deben subir a niveles más apropiados para el entorno de mayor inflación”, afirma Carstens. “Lo más probable es que esto requiera que las tasas de interés reales suban por encima de los niveles neutrales durante un tiempo para moderar la demanda”.

La Reserva Federal está estudiando un aumento de tasas más agresiva tras la primera de marzo, mientras que el Banco de Inglaterra ha subido en tres reuniones consecutivas.

El Banco Central Europeo aún no ha confirmado sus planes de poner fin a las compras de activos a gran escala este verano, una condición previa para el aumento de las tasas.

Los mercados emergentes han sido más agresivos. Gran parte de América Latina y el sur de África han experimentado fuertes aumentos en los costos de los préstamos, al igual que Rusia, después de que el rublo cayera tras las sanciones.

“Será un reto diseñar una transición a niveles más normales y, en el proceso, establecer expectativas realistas de lo que la política monetaria puede ofrecer”, dijo Carstens. “Los bancos centrales han hecho más que su parte en la última década. Ahora es el momento de que otras políticas tomen el relevo”.

Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.