Bloomberg — La empresa suiza Climeworks AG ha recaudado 600 millones de francos US$(650 millones) para ampliar su tecnología que succiona el dióxido de carbono directamente del aire.
Según un importante informe de las Naciones Unidas publicado el lunes, el mundo debe alcanzar el pico de emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2025 para evitar un cambio climático catastrófico. Pero la mayoría de los escenarios que mantienen el calentamiento dentro de los 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales también requerirán la eliminación de parte del CO₂ que ya se ha vertido a la atmósfera.
Climeworks es una de las pocas empresas que ofrecen la tecnología necesaria para ello. En la actualidad gestiona la mayor planta de captura directa de carbono del aire del mundo en Islandia, donde el CO₂ atrapado se inyecta a gran profundidad y se almacena permanentemente.
Hasta ahora, la planta sólo puede capturar unas 4.000 toneladas al año, lo que equivale aproximadamente a las emisiones anuales de 600 personas que viven en Europa. La empresa necesita crecer rápidamente si quiere contribuir de forma significativa a los miles de millones de toneladas de emisiones negativas que se necesitarán en 2050 para cumplir los objetivos climáticos mundiales.
Los US$650 millones conseguidos por Climeworks son la mayor suma jamás recaudada por una empresa de eliminación de dióxido de carbono. Su larga lista de inversores incluye al grupo de capital privado Partners Group AG (PGHN), junto con gestores de capital a largo plazo como Baillie Gifford y Swiss Re AG (SREN).
Climeworks utilizará los fondos para construir una planta de captura de 40.000 toneladas en los próximos tres años, según su CEO, Christoph Gebald. El objetivo es capturar más de un millón de toneladas de CO₂ al año para 2030. “Islandia es uno de los favoritos por su excelente geología”, dijo cuando se le preguntó por los posibles emplazamientos de la próxima planta. Pero Noruega, Omán o incluso algún lugar de Norteamérica también son opciones.
La empresa también tendrá que elegir un lugar que tenga acceso a energía verde barata. “Climeworks se compromete a utilizar únicamente fuentes de energía renovables o sostenibles”, afirma Gebald.
La tecnología de Climeworks funciona moviendo grandes cantidades de aire sobre una sustancia química especial que es capaz de filtrar el CO₂, de forma similar a como un imán atrae los rellenos de hierro. A continuación, el nuevo compuesto se calienta a altas temperaturas para liberar una corriente pura de CO₂ que puede inyectarse bajo tierra. Todo el proceso requiere bastante energía y sólo tiene sentido para el planeta si la principal fuente de energía es libre de carbono.
Aunque los científicos han dicho que las tecnologías para eliminar el CO₂ del aire tienen que crecer, los expertos también subrayan que no son un sustituto de la reducción de emisiones. El mundo ha dejado para tan tarde la tarea de reducir las emisiones que hay que potenciar ambas opciones.
El competidor directo de Climeworks es la empresa canadiense Carbon Engineering Ltd., que se ha asociado con Occidental Petroleum Corp. (OXY1) para intentar construir una planta de captura de un millón de toneladas. Para ello será necesario recaudar cientos de millones de dólares por adelantado para la construcción y luego decenas de millones de dólares cada año para su funcionamiento. Recientemente alquiló un terreno en Luisiana donde la geología favorable le permitiría enterrar el CO₂.
Global Thermostat, con sede en EE.UU., otra empresa de captura directa de aire que se fundó casi al mismo tiempo que Climeworks y Carbon Engineering, hace una década, ha tenido problemas. Recientemente ha anunciado cambios en la dirección, que han supuesto la destitución de su cofundadora, Graciela Chichilnisky, como CEO, en un intento de superar los problemas de gestión.
Mientras tanto, Climeworks sigue creciendo. Gebald dijo que espera llegar a los 400 empleados a finales del año que viene, frente a los 180 actuales a tiempo completo.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha