San Salvador — No habrá comida en las cárceles. Esa fue la amenaza que el presidente de El Salvador Nayib Bukele dirigió a las pandillas, ante rumores de que se avecina una nueva escalada de asesinatos.
Según Bukele, las víctimas serían escogidas aleatoriamente por los pandilleros. Este lunes trascendieron reportes periodísticos que señalan la selección al azar de la mayoría de víctimas del último fin de semana de marzo.
Entre el 25 y el 27 de marzo, El Salvador sufrió una oleada de 87 asesinatos a escala nacional, por la cual el gobierno responsabiliza a las pandillas o maras. Ante ello, la Asamblea Legislativa decretó un Régimen de Excepción por 30 días, en vigor desde el último domingo de marzo.
“Por ahí andan rumores que quieren empezarse a vengar de la gente honrada al azar, hagan eso y no va a haber un tiempo de comida en las cárceles. Uno. A ver cuánto tiempo duran sus homeboys (miembros de pandillas) allá adentro. Les juro por Dios que no comen un arroz”, advirtió el presidente.
No importa la opinión internacional
Bukele afirmó que, de suspender la alimentación a los reos pertenecientes a las maras, no escucharía las opiniones de la comunidad internacional. “Y no me importa lo que digan los organismos internacionales, que vengan a proteger a nuestra gente, que vengan a llevarse a nuestros pandilleros si tanto quieren, se los entregamos todos al dos por uno”.
La semana pasada, mandatario ya había apelado a la comunidad internacional a llevarse a los 70.000 pandilleros del país para no permitir que el gobierno salvadoreño viole sus derechos humanos.
Las prisiones salvadoreñas albergan a unos 17.000 reclusos miembros de pandillas. En el marco del Régimen de Excepción, las fuerzas de seguridad han arrestado a 6.000 pandilleros, de los cuales 4.000 ya ingresaron al sistema penitenciario, informó Osiris Luna Meza, viceministro de Justicia y titular de la Dirección General de Centros Penales.
En el marco del Régimen de Excepción, las cárceles salvadoreñas entraron en estado de emergencia máxima, con celdas cerradas, pandilleros durmiendo en el suelo sin colchonetas, hacinados y la comida racionada a solo dos tiempos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha demandado la reversión de las acciones que pongan en riesgo la vida e integridad de los prisioneros.
“Las medidas implementadas en las cárceles constituyen políticas de carácter represivo que pueden resultar en serias violaciones a los derechos humanos de las personas privadas de libertad”, opinó la CIDH.
Como ofrecimiento final a los pandilleros, Bukele les recomendó que se dejen arrestar: “Por lo menos allá adentro (en la cárcel) van a vivir y van a tener comida, dos tiempos, y sin pollo”.
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