Ciudad de Panamá — Los andamios de la industria de la construcción no se mueven. A partir de este lunes 4 de abril una huelga total que parece inminente mantiene en la mesa de negociaciones a obreros y empresarios, que buscan equilibrar un aumento de salario y cerrar la nueva convención colectiva entre ambos gremios.
Los obreros, agrupados en el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), mantienen su posición de un incremento salarial de 16 centavos de dólar por hora este año, 17 centavos en el 2024 y de 18 centavos en 2025, mientras que la Cámara Panameña de la Construcción (Capac) ofrece 2 centavos de dólar este año y el próximo y 3 centavos durante el 2024 y el 2025.
Son dos bloques que hasta el momento parecen no mezclarse, por lo que el presidente de la República, Laurentino Cortizo, ha mediado en el conflicto, sin que hasta el momento haya unificado criterios.
Se espera que este fin de semana obreros y empresarios logren con la mediación del Ejecutivo llegar a un acuerdo que evite la paralización de una actividad productiva que durante el tercer trimestre de 2019, antes de la pandemia, aportó $1,551.8 millones al Producto Interno Bruto (PIB) del país.
“Queremos evitar la huelga, pero no podemos poner en riesgo a la industria y debilitar a las empresas. De nada sirve aumentar a niveles en donde no se puedan pagar los salarios y no se emplea al personal que está en ese momento en sus casas”, dijo con anterioridad a los medios de comunicación el presidente de la Capac, Carlos Allen.
En palabras del dirigente de los obreros, Saúl Méndez, el aumento propuesto por la Capac “no alcanza ni para comprar una galleta”. En Panamá una galleta sándwich de Pascual tiene un precio de 25 centavos de dólar, la más económica del mercado.
