Pérdidas por catástrofes naturales en el mundo costaron US$270.000 millones en 2021

La cifra se eleva a US$280.000 si se consideran las pérdidas causadas por eventos provocados por el hombre, de acuerdo con Swiss Re Institute

Por

Bloomberg Línea — El 2021 fue un año de graves catástrofes en todo el mundo.

El huracán Ida en Estados Unidos fue el principal siniestro climático del año pasado, el cual desencadenó intensas lluvias provocando severas inundaciones en Nueva York y sus alrededores. Miles de personas quedaron sin servicio de electricidad.

El devastador terremoto en Haití que cobró la vida de 2.000 personas, la serie de huracanes y tornados y otros desastres naturales, además de los graves riesgos secundarios exacerbados por el cambio climático como lo fue la tormenta invernal Uri, que dejó al descubierto la vulnerabilidad de la red energética de Texas, así como las múltiples inundaciones en Europa, desembocaron en inéditas pérdidas económicas a nivel mundial.

Las pérdidas materiales por catástrofes naturales ascendieron a US$270.000 millones el año pasado, de acuerdo con el informe anual del gigante de seguros Swiss Re Institute. La cifra se eleva a US$280.000 si se incluyen las pérdidas causadas por eventos provocados por el hombre.

El total de pérdidas aseguradas alcanzó los US$119.000 millones, la cuarta cifra más alta en toda la historia de los registros de Swiss Re desde 1970. El monto asegurado estuvo muy por encima de los US$99.000 millones registrados en 2020 y la media de 10 años de US$87.000 millones. Las catástrofes naturales representaron US$111.000 millones de la cifra asegurada, también la cuarta más alta en toda la historia.

“Estimamos que las pérdidas totales aseguradas por Ida ascienden a entre US$30.000 y US$32.000 millones, lo que pone de manifiesto las enormes pérdidas que pueden derivarse de un único riesgo primario”, de acuerdo con el informe. Asimismo, advirtió particularmente sobre los riesgos secundarios de los desastres naturales como las inundaciones, que representaron el 73% de todos los siniestros asegurados.

Norte América registró una pérdida de US$148.000 millones, es decir el 0,59% del PIB mundial, mientras que Asia y Europa perdieron US$59.000 millones cada uno y América Latina US$6.000 millones.

En los últimos cinco años, las pérdidas aseguradas han sido elevadas debido a los eventos recurrentes de los riesgos secundarios, dijo Swiss Re. “Después de una caída entre 2012 y 2016, los mayores siniestros asegurados de 2017 a 2021 señalan un retorno a la tendencia de crecimiento a largo plazo del 5-7%”.

“La ocurrencia regular de resultados de pérdidas aseguradas multimillonarias por eventos de riesgos secundarios es nueva”, sostuvo el instituto.

Frente a las previsiones de que el calentamiento global provocará fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos, los sucesos de 2021 entregan una fuerte reflexión en torno al cambio climático, ya que por ejemplo, fue el primer año en el que dos eventos de riesgo secundario generaron, por separado, pérdidas superiores a los US$10.000 millones (la tormenta invernal Uri y las inundaciones en Europa).

Las inundaciones, que el año pasado dejaron 2.300 muertos, siguen siendo el peligro número uno afectando a más personas en todo el mundo que cualquier otro riesgo. En 2021 se produjeron más de 50 inundaciones graves, entre ellas la más costosa para Europa de la que se tiene registro.

Las pérdidas que generaron han estado creciendo a un ritmo significativamente más rápido que el PIB mundial, según el informe. El monto del año pasado fue de US$82.000 millones y se aseguraron US$20.000 millones, “lo que no indica que la tendencia al alza haya disminuido”, refiere el estudio.

Puede observarse que el seguro sólo ha cubierto el 7% de las pérdidas económicas totales por inundaciones en los mercados emergentes en los últimos 20 años, mientras que ha cubierto el 31% en las economías avanzadas.

En los últimos 10 años, los US$75.000 millones acumulados en pérdidas aseguradas por inundaciones representan el 10% de todas las pérdidas por catástrofes naturales.

En torno a los incendios forestales, con más de US$4.000 millones de dólares, las pérdidas aseguradas fueron inferiores a la media de los cinco años anteriores. Sin embargo, Canadá, las zonas adyacentes de Estados Unidos y muchas partes del Mediterráneo experimentaron temperaturas récord superando en algunos casos los 50°C.

“La población, el crecimiento de la exposición y la urbanización son los principales impulsores de las grandes pérdidas actuales por inundaciones”, refiere el estudio. “Dado que los asentamientos humanos se han situado históricamente en las proximidades de los ríos, la población y los bienes expuestos a las inundaciones han aumentado con mayor rapidez en las últimas décadas, y sobre todo en las economías emergentes”.

También es importante tomar en cuenta que la naturaleza física de los sucesos está condicionada por el clima y las condiciones meteorológicas en el momento en que se producen, es decir, se ve atravesada por los efectos del cambio climático.

Las pérdidas de algunos de los eventos del año pasado también se vieron agravadas por la vulnerabilidad de las infraestructuras. En el caso del huracán Ida, el sistema de transporte neoyorquino quedó inundado por las lluvias que siguieron a la tormenta.

Mientras tanto, los masivos fallos en el suministro eléctrico en EE.UU. desempeñaron un papel importante en las pérdidas récord de Uri. Debido a la independencia de la red del estado, las autoridades no pudieron importar energía de los estados vecinos y también se presentó un número muy elevado de reclamaciones de seguros para cubrir el coste de la reparación de las tuberías de agua reventadas.