Cada vez son más los analistas que temen que la principal economía del mundo, la de Estados Unidos, ingrese en un proceso de recesión combinado con alta inflación. Así lo destacaron economistas consultados por Bank Of America en un relevamiento en Wall Street. Como consecuencia la economía caería en el proceso llamado “estanflación”. Al mismo tiempo, el Banco Mundial indicó que más de los países del mundo podrían ingresar en un proceso estanflacionario.
Ahora bien, ¿cómo podría afectar una estanflación en EE.UU? No sería una buena noticia, de ninguna forma, aunque algunos economistas consultados por Bloomberg Línea creen que una recesión a secas podría ser incluso peor. Por otra parte, las proyecciones indican que 2022 será un año modesto para América Latina, algo que se puede observar en las correcciones (a la baja) de las perspectivas de crecimiento.
El contexto
La Reserva Federal de los Estados Unidos viene haciendo un fino equilibrio para intentar frenar las presiones inflacionarias sin que eso estanque la economía. Al respecto, un informe del broker argentino GMA Capital sostuvo: “Una sobrerreacción de la política monetaria podría enfriar la actividad en Estados Unidos. Por esta cuestión, el mercado comienza a descontar con mayor probabilidad un escenario de estanflación en la primera economía del mundo”.
Días atrás, el jefe Asesor económico en Allianz, Mohamed El-Erian, publicó en sus redes un gráfico en el que busca sintetizar la situación actual a nivel global: bajo esta mirada, una combinación de factores observada durante los últimos meses llevaría a pensar que el escenario base dejó de ser el de “alto crecimiento y alta inflación” para pasar a ser el de “estanflación”, con una modificación de los escenarios extremos.
El impacto regional
“Un escenario de estanflación sería muy negativo para la región”, advirtió a Bloomberg Línea el economista chileno, Hermann González, coordinador macroeconómico de Clapes UC.
Y añadió: “Por un lado, el componente de estancamiento implica una menor demanda por nuestros productos de exportación, lo que afecta principalmente a los países más abiertos al comercio internacional de bienes y servicios. Si a esto sumamos un escenario de alta inflación, entonces importaremos bienes a un precio mayor, pero también tendremos que enfrentar condiciones financieras más estrechas debido al alza de tasas de interés que está desencadenando el aumento de la inflación”.
González también alertó que esta situación afecta con mayor fuerza a los pobres. “Los hogares más vulnerables se verán particularmente afectados con un escenario de este tipo, aumentando la frustración y generando una presión adicional sobre los gobiernos en general y sobre las autoridades económicas en particular, para tomar medidas que permitan atenuar los impactos sociales y económicos de esta situación”.
Por su parte, la macroeconomista de la consultora Abeceb, Elizabeth Bacigalupo, destacó que vienen recortando proyecciones de crecimiento para LatAm. “Vamos a un escenario regional con menor crecimiento: nuestras proyecciones esperan una expansión del 2% para Latinoamérica, contra 6,4% del año pasado. La región arrastra debilidades estructurales y tensiones sociales, además de enfrentar procesos electorales en lo que sigue”, explicó.
Por citar un caso, la economista consideró que la principal economía de la región (Brasil) apenas crecerá 0,3%, lo que es prácticamente un estancamiento.
Además, detalló que “va a haber heterogeneidades por país. Más inflación, menos crecimiento y más tensiones sociales y políticas”.
Respecto de los movimientos contractivos de la Fed, Bacigalupo adelantó: “Los emergentes se tienen que preparar para menos entradas de capital y presiones para depreciar la moneda, La depreciación será menor cuanto más suban las tasas los países, pero igual será recesivo”.
En lo que sí fue optimista Bacigalupo es en que cree que la Fed “aprendió de sus errores” y que tomará precauciones antes de generar una estanflación que afecte a la economía de Estados Unidos. “Uno tiene el recuerdo de lo que sucedió con Paul Volcker (presidente de la Fed entre 1979 y 1987), quien cuando trató de bajar la inflación, lo logró, pero afectando muchísimo a la economía latinoamericana. Pero la Fed en particular ha aprendido y no repite siempre el mismo error del pasado. Ha mostrado una enorme capacidad de respuesta y reacción en las distintas crisis (desde las subprime hasta la pandemia) para adaptarse a las circunstancias, en cuanto a inflación, empleo y crecimiento”.
Finanzas y comercio
La situación actual y las posibilidades de que la Reserva Federal empiece a jugar más fuerte seguramente impacte en la región. Ahora, bien, ¿qué fibras tocará? En ese sentido, el director de Anker Latinoamérica, Martín Vauthier, explicó: “Posiblemente la Fed tenga que ser más dura en términos monetarios y eso va a implicar un mayor costo de fondeo para las economías de América Latina que están integradas a los canales de deuda internacionales, que son la mayoría”.
Vauthier recordó que los países de la región se habían acostumbrado a tasas prácticamente en 0 durante los últimos años.
Por otro lado, el director de Anker Latinoamérica se refirió al impacto de un estancamiento de la economía global en materia de comercio: “En lo que refiere a commodities, la guerra de Ucrania tuvo un impacto positivo para algunas economías, particularmente las vinculadas a la energía y el agro. Pero una economía con menor crecimiento va a generar un impacto negativo, sobre todo en países que exportan metales, como por ejemplo Chile”.
¿Recesión o estancamiento?
Leonardo Chialva, socio de la consultora Delphos Investment, señaló que una recesión global puede llegar a ser peor que una estanflación. “Creo que el escenario de estanflación en Estados Unidos no es tan malo para la región como sí es el de una recesión, porque la recesión retrae la demanda de materias primas y eso desbalancea el mercado, al provocar caídas de precios”.
De todas formas, Chialva aclaró que, para él, “los latinoamericanos debemos prestar más atención en lo que pasa con China”. Según su mirada, si el gigante asiático cambia drásticamente sus políticas “modificaría realmente el juego”.
La semana pasada, Carmen Reinhart, vicepresidenta y economista jefe del Banco Mundial, aseguró en Perú que más de la mitad de los países del mundo corren riesgo de caer en una estanflación.
Reinhart sostuvo: “Sin ser melodramáticos, creo que la estanflación es la realidad de muchos países. Los territorios en riesgo de estanflación son aquellos en los que mayor inflación y menores ingresos de los que había antes de la pandemia. Tenemos entonces una situación de alta inflación y recuperación baja”.