Buenos Aires — A pocos días de la confirmación del cierre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el INDEC reportó este miércoles una baja de la pobreza de 40,6% a 37,3% en el trimestre final de 2021. Sin embargo, los analistas consultados por Bloomberg Línea prevén un rebote en la estadística durante 2022.
La problemática constituye una de las principales preocupaciones para el Gobierno, luego de que experimentara un fuerte aumento durante el período de restricciones más estrictas para la circulación por la pandemia de coronavirus.
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La incidencia de la pobreza y la indigencia es un número que seguirá de cerca el FMI, que aseguró querer “sacar al país de la alta inflación y la pobreza”, según indicó la propia directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
El Índice de Precios al Consumidor, por el momento, no pudo ser controlado por el Gobierno y, de hecho, la última medición arrojó una aceleración de 4,7% para febrero. En el caso de la pobreza, tanto en Casa Rosada como en el sector privado esperan una leve disminución para la segunda mitad de 2021, pero la preocupación principal apunta a 2022, con una inflación que no cede.
“Los asalariados de convenio no son los pobres en la Argentina, con algunas excepciones, pero los asalariados son los menos en la Argentina. Aún sumando sector privado y público”, analizó el economista Eduardo Levy Yeyati.
En diálogo con Bloomberg Línea, apuntó al “agujero negro de la economía informal, que ajusta muy imperfectamente con los salarios formales”. “Tenemos evidencia anecdótica. Y la evidencia es que hay sectores de pobreza estructurales que están sufriendo mucho y, si sube la inflación, va a subir mucho más porque los puentes o las redes de contención no se indexan de manera perfecta”, indicó.
La pobreza en 2022
“La medición de pobreza es muy imperfecta en la Argentina porque hay mucha economía informal. La presunción es que la inflación le va a pegar a esos bolsones de pobreza e indigencia que no podemos medir, pero podemos ver simplemente saliendo a los conurbanos de las grandes ciudades”, advirtió Levy Yeyati.
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Por su parte, Federico Moll, director de la consultora Ecolatina, consideró que “no hay espacio para una reducción significativa”. “En el segundo semestre de 2021 bajó un poco porque la Canasta Básica Alimentaria y Canasta Básica Total crecieron por debajo de la inflación, pero eso no está pasando ahora”, argumentó.
Por ello, estimó: “Con estos niveles de inflación es difícil pensar en que pueda bajar”. “Recuperar lo perdido en la pandemia no parece posible en estos momentos”, señaló el economista.
Calculó que para finales de este año la pobreza se ubicará “en torno a 40%” y analizó que se volvió “al PBI de 2019, pero la pobreza de 2019 queda muy lejos”, por lo que “mantener el 40% es un pésimo resultado”.
“Y es lógico. La pobreza es la variable que sintetiza buena parte de la política económica, es resultado del empleo, los salarios, la red de seguridad social. Un 40% de pobreza con un PBI que es el mismo que en 2019, cuando era del 35% habla del fracaso de la política económica”, apuntó en declaraciones a Bloomberg Línea.
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