Bloomberg Línea — Para encontrar al empresario más popular en el mundo de las criptomonedas hay que escalar hasta la primera posición en el ranking de las personas más ricas del planeta. Elon Musk, quien lidera el listado de multimillonarios de Bloomberg con una fortuna avaluada en US$276.600 millones el miércoles a las 10 AM ET es uno de los principales promotores del uso de los criptoactivos y cada vez que tuitea sobre el bitcoin (XBT) o cualquier ‘meme coin’ la industria reacciona con algo más que un ‘like’.
Ya sea un comentario sobre sus preocupaciones climáticas alrededor de la criptomoneda más grande por capitalización de mercado o un tuit sobre el uso de tokens como doge, la consecuencia en los precios no se hace esperar. Sin embargo, la conexión entre Musk y el bitcoin ha empezado a trascender la influencia de los comentarios que haga en su cuenta de Twitter.
La correlación entre la acción de Tesla (TSLA), una compañía que le aporta casi US$70 de cada US$100 que el empresario tiene en su fortuna, es cada vez más alta, al punto que parecen dos activos prácticamente gemelos en su comportamiento. El coeficiente de correlación de 40 días entre el bitcoin y la acción de la empresa de autos eléctricos ha crecido a tal punto que se encuentra en un máximo histórico, según cálculos realizados por Bloomberg Línea.
El coeficiente se encontraba en 0,64 el martes. Un resultado de 1 significa que los activos se mueven al unísono, mientras que menos que 1 mostraría que se mueven en direcciones opuestas. Luego de que la correlación se tornara negativa a finales del año pasado, el incremento en 2022 ha sido consistente. Es incluso mayor a la correlación que tiene la criptomoneda con el S&P 500 y el Nasdaq 100, una comparación que ha estado presente en los análisis que asemejan el comportamiento de los tokens digitales con los activos tradicionales, específicamente aquellos considerados como de mayor riesgo.
Según un análisis de Joel Levington, director de Credit Research de Bloomberg Intelligence, al final del año fiscal 2021, la empresa tenía alrededor de US$2.000 millones en bitcoin, que si bien son bajos en comparación con los US$17.700 millones en efectivo y equivalentes que registró en su balance, sí le estaban generando un impacto. El reporte de Levington reseñó una pérdida de US$101 millones para la empresa por el deterioro de sus posesiones en los activos digitales durante ese período.
“Aunque la compañía dejó de aceptar bitcoin como pago en mayo (de 2021) debido a las preocupaciones del CEO Elon Musk sobre el cambio climático, vemos los activos digitales como una distracción, especialmente con los múltiples desafíos de las interrupciones de la cadena de suministro, la expansión de la capacidad, la innovación de productos y una operación de energía que pierde dinero”, escribió Levington.
Incluso en el informe anual ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU., Tesla advirtió que “en el caso de los activos digitales que tengamos ahora o en el futuro, estos cargos pueden afectar negativamente a nuestra rentabilidad en los periodos en los que se produzcan estos deterioros, incluso si los valores de mercado generales de estos activos aumentan”.
Cuando Musk confirmó que compró alrededor de US$1.500 millones en bitcoin en enero de 2021, Daniel Ives, analista de Wedbush, le dijo a Cnbc que el precio de las acciones de Tesla pasaba a tener una vinculación directa con el precio del token digital.
En un correo enviado a Bloomberg Línea, Ives agregó que “Musk es un gran creyente en las criptomonedas y lo vemos como una estrategia inteligente mientras el bitcoin se mantenga por debajo del 20% del efectivo total”, una proporción que según el analista se encuentra en un 12%. Para Ives, no obstante, Wall Street “se ha acostumbrado a la apuesta de Tesla por el bitcoin”.
Musk ha dicho, a través de su cuenta de Twitter, que el comportamiento de la acción de Tesla no refleja directamente su opinión y que “tener algo de bitcoin, que es simplemente una forma de liquidez menos tonta que el dinero en efectivo, es lo suficientemente aventurado para una empresa del S&P 500″.
Además, ha advertido que los tokens digitales que se le pagaron a Tesla se mantendrán como bitcoin y no se convertirán en moneda fiduciaria.
Edward Moya, analista senior de mercados de Oanda, considera que la correlación entre ambos activos inició el año pasado cuando la compañía comenzó a obtener beneficios con la criptomoneda. “Si el bitcoin sigue apreciándose, eso proporcionará un impulso a Tesla, pero no será el factor principal para impulsar el precio de sus acciones”, consideró.
Ambos activos han encabezado titulares positivos durante las últimas semanas, lo cual contribuye a explicar su crecimiento reciente. Según le dijo a Bloomberg Línea, la empresa de autos eléctricos ha demostrado que sigue avanzando en la obtención de cuota de mercado en el extranjero y en el aumento de las capacidades de fabricación, mientras que el bitcoin parece haber sobrevivido tanto al invierno de las criptomonedas como a la disminución de los temores regulatorios.