Bloomberg — La cantidad de ucranianos que ha huido del país desde que Rusia lanzó su invasión hace casi cinco semanas ha superado los 4 millones, una cifra prácticamente equivalente a una décima parte de la población de la ex república soviética antes de la guerra.
Más de la mitad de los refugiados de guerra del país han huido a Polonia, que acoge a 2,3 millones, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. La gran mayoría ha buscado refugio en la Unión Europea, siendo los estados fronterizos Polonia, Rumania, Hungría y Eslovaquia los que han asumido la mayor parte de la carga. Algo más de 350.000 han huido a Rusia.
Dado que el gobierno ucraniano impide que los hombres de entre 18 y 60 años en edad de combatir abandonen el país, la mayoría de los refugiados han sido mujeres y niños. En contraste con la crisis de refugiados en Europa en 2015 y 2016, cuando varios gobiernos de Europa del Este se negaron a acoger a cualquier solicitante de asilo de mayoría musulmana, los ucranianos que huyen de la invasión de Vladimir Putin han sido en gran medida bienvenidos.
Además de los que han abandonado el país, el número de desplazados internos ucranianos que escapan de las zonas de combate en el norte y el sur -donde la ciudad portuaria de Mariupol ha sido devastada por un asedio de semanas- ha ascendido a más de 10 millones. Kiev, una ciudad de casi 3 millones de habitantes, también ha visto un éxodo mientras las fuerzas rusas luchan por rodear la capital.
Las ciudades del oeste de Ucrania, especialmente Lviv, han visto una afluencia. Muchos siguen planeando dirigirse al oeste a través de la frontera. Los Estados miembros de la UE, la mayoría de los cuales pertenecen al espacio de viaje Schengen (donde se puede circular sin visado) han suavizado las restricciones de viaje para los ucranianos, lo que facilita el desplazamiento de los refugiados. Otros países más lejanos también han ofrecido refugio, como Estados Unidos, que ha dicho que acogerá hasta 100.000.
