Ciudad de México — El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF), integrado por Banco de México y la Secretaría de Hacienda, ven riesgo de mayor debilidad en el consumo interno y la inversión a pesar de que la actividad económica comienza a recuperarse del choque ocasionado por la pandemia de Covid-19.
“Persiste el riesgo de una debilidad mayor en el consumo e inversión internos, y potenciales afectaciones en las calificaciones crediticias soberana y de Pemex, si bien esto último se ha mitigado ante medidas para mejorar la recaudación tributaria y los mayores precios del petróleo”, dijo el Consejo en un comunicado.
En México, en línea con lo observado a nivel global -añadió- las variaciones en los precios de los activos en los mercados financieros reflejaron un ambiente de mayor incertidumbre. Además, el mercado cambiario presentó cierta volatilidad y las tasas de interés registraron incrementos generalizados.
“En este entorno persisten riesgos globales para la estabilidad financiera”, señaló.
Por un lado, estos riesgos se explican ante mayor aversión al riesgo global derivado principalmente del conflicto geopolítico reciente y un mayor apretamiento de las condiciones financieras globales como resultado de mayores incrementos en las tasas de interés en las principales economías avanzadas.
Y, por otro lado, por una desaceleración de la economía mundial y presiones inflacionarias más pronunciadas.
El CESF destaca que la Reserva Federal aumentó la tasa de fondos federales en 25 puntos base en su decisión de política monetaria de marzo, comunicando que es previsible que realice incrementos adicionales en el resto de las reuniones de 2022, y adicionalmente, varias economías emergentes continuaron ajustando al alza sus tasas de referencia.
“Las condiciones financieras han presentado un apretamiento, con aumentos en las tasas de interés y un fortalecimiento del dólar en un entorno de mayor aversión al riesgo asociado al reciente conflicto geopolítico”, suscribe el comunicado.
Sistema financiero resiliente
El CESF afirmó que el sistema financiero mexicano continúa mostrando resiliencia y, en el caso de los sectores bancario y asegurador, estos mantienen en general una posición sólida con niveles de capital y de liquidez por encima de los mínimos regulatorios.
Los principales riesgos a los que se enfrenta la banca múltiple en su conjunto, así como los niveles de capital y liquidez, permitirían una expansión prudente del crédito bancario, el cual no ha recuperado su dinamismo en su totalidad. Lo anterior coadyuvaría a fortalecer la recuperación de la economía.
En cuanto a los indicadores de riesgo de los otros intermediarios financieros no bancarios, estos se mantienen, en general, en niveles acotados. Cabe señalar que este sector tiene una participación pequeña dentro del sistema en su conjunto, por lo que no representa un riesgo potencialmente sistémico.
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