Parálisis del níquel se agrava; maltrecho mercado de la LME apenas opera

El mercado ha permanecido casi parado incluso en los días en que los precios han cotizado dentro del límite diario del 15%

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Bloomberg — Los volúmenes de negociación del níquel siguen desplomándose en la Bolsa de Metales de Londres (LME) tras un histórico short squeeze, lo que ha provocado una crisis de liquidez en el mercado de una de las materias primas industriales más importantes.

La Bolsa de Metales de Londres interrumpió las operaciones con níquel y canceló casi US$4.000 millones en transacciones a principios de este mes, después de que los precios se dispararan un 250% en menos de dos días, con el fin de proteger a sus corredores de las enormes demandas de márgenes de Tsingshan Holding Group Co. y otros titulares de posiciones cortas. Tras un esfuerzo desordenado por reanudar las operaciones, el níquel ha pasado gran parte de la última quincena bloqueado en el límite superior o inferior de un nuevo tope de precios diarios diseñado para frenar la volatilidad sin precedentes.

Sin embargo, el mercado ha permanecido casi en parálisis, incluso en los días en que los precios han cotizado dentro del límite diario del 15%. El martes se negociaron menos de 210 lotes en la primera hora después de la apertura del mercado a las 8 de la mañana, casi un 60% menos que el promedio de 90 días para esa hora del día antes de la suspensión de las operaciones de este mes.

Por la tarde se produjo un pequeño repunte en la actividad comercial luego de que Rusia anunciara que reducirá drásticamente las operaciones militares cerca de Kiev y Chernihiv, pero los volúmenes comerciados de manera electrónica siguieron siendo bajos.

“La LME necesita unas cuantas sesiones en las que el níquel cotice como una materia prima de verdad”, dijo Colin Hamilton, director gerente de investigación de materias primas de BMO Capital Markets.

Aunque el propietario de Tsingshan, Xiang Guangda, empezó a comprar contratos en la LME la semana pasada para reducir sus enormes apuestas cortas, el empresario y sus aliados sólo redujeron una parte de su posición corta total y siguieron manteniendo grandes apuestas a la baja, según informó Bloomberg la semana pasada. Muchos otros consumidores industriales y operadores físicos también tienen grandes posiciones cortas en el mercado.

La caída de la liquidez representa una crisis creciente para los productores y consumidores que dependen de la bolsa para cubrir su riesgo de precios.

El uso de las baterías para vehículos eléctricos está creciendo rápidamente, y las condiciones de falta de liquidez en la LME amenazan con exacerbar la volatilidad. Esto afectará a los fabricantes de automóviles (que ya han visto un repunte de los precios del metal de las baterías en el último año), así como a las acerías que representan la mayor parte de la demanda actual.

La pregunta cada vez más urgente entre los usuarios centrales es si la bolsa, con 145 años de antigüedad, sigue siendo un mecanismo viable para las empresas industriales que buscan cubrir su riesgo de precios, así como para los operadores e inversores que han contribuido a hacer del níquel uno de los contratos más exitosos de la bolsa.

La tendencia tampoco se limita al níquel. Los volúmenes de negociación han caído significativamente en los mercados más grandes de cobre y aluminio desde la controvertida intervención de la LME a principios de este mes, y la crisis ha planteado dudas sobre el estatus de la bolsa como mercado de futuros de referencia en el mundo.

Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.