Criptomonedas en LatAm pueden crear oportunidades de trabajo que no existían: CIPE

El Centro Internacional para la Empresa Privada ve con buenos ojos a las criptomonedas y la disrupción que pueden generar en el mercado laboral

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Bogotá — Las criptomonedas han tenido un impacto fuerte debido “al triste historial de inflación y mal manejo de la política monetaria en casi todos los países de Latinoamérica”, dijo a Bloomberg Línea la directora para Colombia del Centro Internacional para la Empresa Privada (CIPE), Ángela Vélez.

La directora de CIPE, uno de los cuatro institutos principales de la National Endowment for Democracy estadounidense, manifestó que “no está claro hasta qué punto las cripto pueden sustituir a las monedas con respaldo estatal”, aunque señaló que “puede que sean beneficiosas en crear oportunidades de trabajo e innovación que antes no existían”.

En este sentido, afirmó en entrevista con Bloomberg Línea que ven “con buenos ojos todas las tecnologías e innovaciones que emergen naturalmente de la interacción de las empresas privadas, los trabajadores y consumidores”.

A propósito, en una reciente entrevista el superintendente financiero de Colombia, Jorge Castaño, manifestó que el piloto regulatorio de criptomonedas en el país ha sido “un éxito” y que a finales de abril se comenzarán a conocer las líneas de trabajo sobre las cuales girará la regulación mediante la cual se relacionarán los exchange y el sistema financiero.

De acuerdo a un reciente informe de la plataforma Deel, desde noviembre del 2020 el porcentaje de personas contratadas internacionalmente que recibe pagos en criptomonedas ha aumentado mes a mes a una tasa del 10%.

Únicamente en esa plataforma se realizaron pagos por US$4,7 millones en diciembre de 2021, lo que significó un incremento del 49% en relación al mes pasado.

Es así que los mayores retiros de pagos en criptomonedas se realizaron en Latinoamérica (52%), seguido por Europa, Oriente Medio y África (34%), Norteamérica y Asia-Pacífico, ambos con 7%.

Carrera tecnológica

En el marco del reciente conversatorio sobre El futuro del trabajo en América Latina, Ángela Vélez indicó que la nueva realidad postpandemia “ha dejado en evidencia que aquellos trabajadores que no tengan la capacidad y los conocimientos para utilizar las nuevas tecnologías encontrarán dificultades a la hora de crecer profesionalmente”.

“Del mismo modo, hay muchas oportunidades para que los Gobiernos nacionales y regionales establezcan un relacionamiento más cercano con los ciudadanos a través de las nuevas tecnologías digitales. Para ello también será necesario que la ciudadanía esté preparada para adoptar y utilizar esta herramientas”, indicó la ejecutiva.

Además, según Ángela Vélez, existe “una relación bastante fuerte entre los países que han sabido adoptar tecnologías y la calidad de sus democracias”, entre ellas destacó a Chile, Costa Rica y Uruguay.

El reto de la democracia

Ángela Vélez consideró que “la calidad de la democracia en América Latina ha venido bajado en las últimas décadas, principalmente a través de procesos electorales fraudulentos -mencionó a Venezuela y Nicaragua-, reducción de los espacios cívicos para la participación de todos los ciudadanos y niveles de corrupción altos”.

En este sentido, consideró que “las empresas privadas tienen un rol crítico en la construcción de la institucionalidad democrática a través de la promoción de relaciones económicas transparentes, inversiones responsables y el respeto de las leyes y regulaciones”.

La directora de CIPE en Colombia se refirió además al viraje político en algunos países de la región y dijo que “la recuperación económica en América Latina depende de que las empresas privadas tengan la libertad para promover el bien común dentro del marco legal existente”.

“Los Gobiernos que imponen medidas arbitrarias y desconectadas de la realidad económica a las empresas privadas terminan afectando negativamente la democracia y la calidad de vida del ciudadano común”, afirmó.

Aun así, dijo que los procesos democráticos no deben excluir ninguna fuerza política, “no importa que ideología o afecto por la democracia tengan”.

Por último, resaltó que la gobernanza democrática es una práctica diaria que incluye tanto a los Gobiernos como a las empresas y los ciudadanos, al explicar que “para mejorarla es necesario instituciones democráticas sólidas en las que el imperio de la ley y la rotación en el poder político se respetan”.