Bloomberg — Antofagasta Plc, el productor de cobre más expuesto al riesgo regulatorio en Chile, espera que la industria no se vea afectada por algunas de las medidas más radicales que están debatiendo los encargados de redactar una nueva Constitución.
Los activistas medioambientales de la Convención Constitucional han presentado propuestas que incluyen la prohibición de la propiedad privada de los recursos naturales, otorgar poder de veto a grupos indígenas e incluso la nacionalización de la gran minería. Estas amenazas están retrasando las inversiones en el principal país productor de cobre, en un momento de creciente demanda a medida que el mundo transita hacia la eliminación de los combustibles fósiles.
La convención tiene la difícil tarea de redactar un documento que aborde las demandas sociales planteadas en el estallido social de 2019, pero que también cumpla con los tratados internacionales y sea aceptable para el público en general, dijo el presidente ejecutivo de Antofagasta, Iván Arriagada.
“Se requiere una mayoría de dos tercios en el pleno”, sostuvo el viernes durante una entrevista. “Así que esperamos que algunas de las disposiciones más radicales no se aprueben”.
La predicción de Arriagada se cumplió el viernes por la tarde, cuando las propuestas para modificar el modelo de concesiones chileno favorable a los inversionistas no alcanzaron el umbral de dos tercios. Eso será un alivio para los ejecutivos de todo el mundo que se reúnen esta semana en Santiago en la primera versión presencial de una importante conferencia de la industria del cobre desde que comenzó la pandemia.
Aun así, los riesgos regulatorios están lejos de desaparecer. Algunas medidas radicales han logrado una mayoría simple, lo que significa que regresan a la comisión para un nuevo debate antes de volver a ser votadas. La convención tiene hasta el 5 de julio para presentar un proyecto de Carta Fundamental, que luego se someterá a referéndum.
Debate fiscal
Además del proceso constitucional, el nuevo Gobierno del presidente Gabriel Boric busca reducir más las ganancias inesperadas de la minería modificando las tasas impositivas a las utilidades y agregando un nuevo royalty a las ventas.
Si bien esa propuesta es menos onerosa que una versión anterior presentada al Congreso, aún hay “trabajo por hacer”, dijo Arriagada. “Por lo tanto, cualquier cambio debería lograr el equilibrio adecuado entre modificar los impuestos y mantener la competitividad de la industria para poder seguir siendo capaces de crecer e invertir”.
Empresas como Freeport-McMoRan Inc. y Lundin Mining Corp. han dicho que retrasarán sus decisiones de inversión en Chile hasta que haya una mayor claridad en materia regulatoria.
Antofagasta, controlada por la familia más rica de Chile y que extrae todo su cobre en el país, no ha frenado el gasto. Pero su próxima gran decisión de inversión —agregar una concentradora en su operación Centinela— está programada para fin de año, cuando debería conocerse cualquier cambio en la normativa.
“Esas son consideraciones importantes que debemos tener claras para poder tomar una decisión sobre una inversión de esta naturaleza”, dijo Arriagada, recientemente nombrado persona del año por The Copper Club.
La empresa, que cotiza en Londres, sigue adelante con la construcción de una planta desalinizadora y una nueva línea de molienda en su mina Los Pelambres, donde las restricciones de agua están limitando la producción este año. La producción se está desarrollando según lo previsto y debería aumentar el próximo año, afirmó.
Problemas de suministro
La sequía que afecta a Chile, que se ha prolongado por más de una década, y la amenaza de un entorno operativo más oneroso son parte de las limitaciones de suministro que sustentan las sólidas perspectivas del cobre. Los vientos en contra de la oferta no se limitan en absoluto a Chile. En enero, la Administración Biden canceló los derechos de Antofagasta de concesiones mineras en Minnesota.
A corto plazo, Arriagada espera que los precios sean volátiles, pero que se mantengan en torno a los niveles actuales en medio de los cuellos de botella logísticos y de suministro agravados por la invasión rusa a Ucrania.
Después, mucho dependerá de cómo se comporte la economía mundial al entrar en un período de menor crecimiento y mayor inflación. Pero los fundamentos están respaldados por el crecimiento de la demanda por la transición energética y la escasez de nuevos proyectos más allá de 2024.
“Esta es una materia prima de oferta restringida”, dijo Arriagada.
Aunque Antofagasta tiene su propia cartera de proyectos en los que enfocarse, mantiene la puerta abierta a oportunidades de adquisición en América. La empresa cuenta con equipos de exploración en Canadá y Perú y también estaría interesada en activos en Estados Unidos, México y Argentina.
“Si vemos oportunidades atractivas en esas áreas, igualmente las miraríamos como si estuvieran ubicadas en Chile”, dijo. “Ciertamente buscaríamos opciones que no sean de crecimiento orgánico”.