“No tenemos ni idea”, contestó una de las cajeras en una sucursal de la cadena de automercados Plaza’s en el oeste de Caracas, en respuesta a la cuota especial de impuesto sobre los pagos en divisas. A los minutos, su supervisora le pedía cerrar la máquina para una “adecuación rutinaria”. La activación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que tenía previsto iniciar este 28 de marzo, arrancó con incertidumbre y confusión entre los contribuyentes, en las distintas categorías y niveles.
La Gaceta Oficial N° 6.687 Extraordinario, publicada el viernes 25 de febrero, con la reforma de la Ley de IGTF, contempla una alícuota entre 2% y 8% para pagos en dólares o criptomonedas, realizados por personas naturales, jurídicas o entidades económicas, que se efectúen dentro del sistema bancario nacional, sin intermediación de corresponsal bancario extranjero.
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El valor correspondiente para el impuesto a los pagos realizados a personas calificadas como sujeto pasivo especial, sin mediación de instituciones financieras, es decir, en efectivo, refleja una variación que va desde 2% hasta 20%. Sin embargo, también se menciona un monto de 3% para los contribuyentes que procedan con este mismo tipo de transacciones.
La cadena de comida rápida, Arturo’s optó por evitar cobrar en dólares mientras logran comprender y adecuarse a la nueva reforma tributaria. En un comunicado difundido en sus redes sociales, explicó que ante la incertidumbre que ha generado la activación del IGTF se vieron en la obligación de suspender la recepción de pagos en divisas. Poco después, la compañía eliminó el contenido.
Un supervisor en su local ubicado en La Candelaria, confirmó lo expresado en el documento que se viralizó en Instagram y Twitter. “Se está actualizando el sistema de Arturo’s a nivel nacional. Por ahora, no podemos recibir divisas“, acotó sin ofrecer mayores detalles sobre su próxima activación. Están a la espera de indicaciones.
“Hasta ahora no nos han pedido ni informado nada”, comentó un trabajador en un pequeño negocio de venta de verduras y frutas en La Florida, en el centro de Caracas. Así como él, los visitantes y compradores en el comercio, que continuaban cancelando sus compras en billetes estadounidenses de baja denominación.
La falta de criterio sobre el cobro del impuesto o la falta de facturación en divisas, que no se encuentra expresado en la Gaceta o incluso en lo que fue la discusión por parte de la Asamblea Nacional, de mayoría chavista, para su aprobación, ha afectado en la implementación de la normativa.
La Asociación de Derecho Tributario recomendó al ente tributario prorrogar la vigencia de IGTF. “Es enredado, hay muchísima indeterminación, creo que el Seniat debería prorrogar la vigencia de toda la providencia y la misma Asamblea Nacional. Hay demasiada inseguridad sobre la interpretación de muchas normas y eso se va a traducir en consecuencias para los responsables, los agentes de percepción”, dijo a Unión Radio, el abogado y presidente de la ADT, Manuel Iturbe.
Otras medianas compañías, en el área de servicios de internet y tecnología, calificadas como sujeto pasivo especial, sí han logrado adaptarse y así lo han comunicado a sus usuarios. Incluso, como parte del mensaje enviado, resaltan la posibilidad de quedar exentos de este impuesto, al pagar en bolívares, tal y como se ha expresado en la ley, que de acuerdo a sus impulsores, busca darle mayor incentivo al uso de la moneda oficial.
De acuerdo a economistas como Aldo Contreras, el nuevo tributo causaría un incremento de precios, a partir de este lunes 28 de marzo, el que se podría ver reflejado además en la misma factura tradicional. En un recorrido por la capital venezolana, no se constató alguna factura con el nuevo impuesto ni una variación en los montos de los principales artículos de la canasta básica alimentaria.
Desde Fedecámaras, la principal patronal, también se cuestionó que no se haya dado una consulta pública de la ley y que tampoco se hayan discutido los comentarios y observaciones de los comerciantes en el proceso de aprobación. Su denuncia señalaba la posibilidad de que esta reforma se convirtiera en un obstáculo para todos los venezolanos, al momento de utilizar la moneda extranjera, obtenida de sus salarios para comprar alimentos y medicamentos.
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La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas, por su parte, comunicó igualmente su preocupación en torno al cierre de empresas y las graves consecuencias para las condiciones económicas de los trabajadores, quienes podrían ver afectadas sus fuentes generadoras de ingreso.
“Impuestos en dólares y el salario sigue igual en bolívares”, acotó una cajera en una cadena farmacéutica, en rechazo a la aplicación del IGTF, del que aún desconoce cuándo se procederá con la adecuación en el sistema. Insistió que aunque en su caso recibe una bonificación en divisas, esta sigue siendo insuficiente para la adquisición de todos los artículos que requiere su familia al mes, y que ahora le preocupa la suma de una alícuota especial al momento de cancelar.