Ciudad de México — Pemex solicitó un préstamo multimillonario para complementar la transacción por la refinería Deer Park en Estados Unidos, confirmó el grupo financiero Barclays.
La operación tuvo dos componentes de financiamiento, una aportación del Gobierno federal, con el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) por US$1.100 millones, además de un crédito US$500 millones a PMI, la filial comercializadora de la empresa mexicana, detalló en entrevista con Bloomberg Línea, el presidente y director general de Barclays en México, Raúl Martínez-Ostos.
“La suma de la transacción no es como que cambió: implicaba el valor del activo, más la deuda que se asumió del activo, más los inventarios”, comentó.
Tras concretar la compra, el CEO de Pemex, Octavio Romero Oropeza, precisó en diciembre de 2021 que la refinería tenía un adeudo por cerca de US$1.200 millones de dólares y se liquidaría con recursos de Fonadin, sin mencionar el crédito.
El directivo expresó que Barclays es uno de los acreedores junto con un par de instituciones más. Fuentes familiarizadas con el tema dijeron previamente a Bloomberg News que los prestamistas también fueron SMBC y Banorte.
Al preguntarle por los detalles de la tasa de interés y liquidación del crédito, Martínez-Ostos declinó compartir detalles. Bloomberg Línea consultó a Pemex sobre los detalles del financiamiento, pero no obtuvo respuesta inmediata.
“Sin duda Pemex va a jugar un papel fundamental en que esta empresa (Deer Park) vuele de manera natural, sola, con Pemex detrás, pero que los acreedores, en este caso nosotros y otras instituciones más, esperemos que más en el mediano plazo, veamos la solidez de una refinería de clase mundial”, agregó.
En mayo de 2021, Pemex anunció la compra total de Deer Park, ubicada en Texas, a Shell, luego de 30 años de sociedad por US$596 millones más inventarios, como parte de la política de autosuficiencia en combustibles del presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO.
¿Riesgo financiero?
Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, arrastra un pasivo financiero de US$109.000 millones. Las calificadoras Moody’s y Fitch tienen su nota crediticia en grado especulativo, el término formal para los bonos denominados ‘basura’.
Martínez-Ostos dijo que aunque las agencias calificadoras vean el riesgo de Pemex hasta cierto punto aislado o separado, para Barclays es un riesgo del Gobierno mexicano, y si el grupo está invirtiendo en México tiene que estar cerca de Pemex.
En octubre de 2021, Romero Oropeza dijo que el Gobierno federal se encargaría de cubrir sus vencimientos de deuda en lugar de Pemex, una estrategia matizada un día después por su entonces CFO, Alberto Velázquez.
“Vemos que el riesgo de Pemex es equiparable al del gobierno federal”, concluyó el director general de Barclays.
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