La suba en el precio de los commodities viene impulsando a las acciones de los países latinoamericanos más representativos en materia bursátil y, al mismo tiempo, genera un desacople entre los países fundamentalmente productores de materias primas y del mundo desarrollado.
Para tomar un ejemplo de ello, basta con ver lo que sucede en la principal economía de la región. El fondo de inversión cotizado (ETF, por sus siglas en inglés) EWZ, integrado por acciones de Brasil, lleva un alza en torno al 33% en lo que va de 2022.
Mientras tanto, el IFL, compuesto por papeles de los principales mercados de la región (Brasil, México, Chile, Colombia y Perú), ha ganado más de un 28% durante este año. Asimismo, el ECH (que sigue acciones de Chile) viene subiendo más de 26% en el año.
Al mismo tiempo, los mercados desarrollados del mundo vienen mostrando un comportamiento a contramano de lo descripto: el S&P500 lleva una baja superior al 5% este año y el Nasdaq ha retrocedido mas del 9%.
¿Cuándo sucedió por última vez?
Un informe reciente de la consultora argentina Delphos Investment señaló recientemente que “no es común observar un desacople como el actual”, y aclararon que el mismo “podría justificarse mayormente por el rebalanceo global de portafolios, que reducen exposición a los mercados estrellas de la última década para elevar la misma en los mercados estrellados”.
Según la consultora, estos desacoples no son sostenibles en el tiempo, aunque resulta interesante ver cómo los flujos dominan en el corto plazo y hacen que estos desbalances se mantengan más tiempo del que uno creería posible.
Si uno se remonta a 2007/08, allí se dieron casi ocho meses, donde las materias primas y mercados accionarios de países productores subían mientras los mercados desarrollados trastabillaban.
Para prevenir pérdidas, desde Delphos recomiendan operar atentos a los cambios de tendencias, para no quedar atrapados ante una baja abrupta. “Dadas las condiciones inestables de este tipo de divergencias, sugerimos operar con stops dinámicos en las posiciones en activos brasileños y latinoamericanos, es decir dejando correr las ganancias mientras estos mercados siguen recibiendo flujos de entrada y se mueven al alza. Pero, hay que tener el dedo preparado para apretar el gatillo de venta en caso de que se rompa la tendencia alcista actual y una potencial mayor debilidad económica de los países desarrollados comience a impactar en la cotización de las materias primas”.
No solo se disparan los ETF de los países, sino también aquellos que invierten en commodities que justifican las mejores condiciones en la región. El DBB, que trackea aluminio, cobre y zinc lleva un rally de mas de 16% este año, mientras que el DBA, compuesto por sector agrícola, ha ganado más 12% en 2022.
El presidente del fondo M2M Capital de Wall Street, Diego Ferro, consideró, que en un contexto en el que Estados Unidos lleva una década de suba y que los mercados emergentes ha sido irrelevante en los últimos años, es lógico que haya una rotación de ciertos activos. “Hay muchas razones como para pensar que por la intención de remover liquidez y por la inflación que hay en Estados Unidos sea lógico que haya interés por otras partes del mundo”, indicó Ferro.
El especialista añadió: “En los últimos años emergentes ha a estado completamente fuera del mapa. Vengo esperando que en los próximos meses a los emergentes les vaya mejor que a EEUU, Europa y Japón. No tanto por cuestiones fundamentales, sino también por una cuestión técnica. Al no ser mercados tan grandes, es lógico que al volver capitales muevan los índices”, concluyó.
