Bloomberg — El presidente del banco central de Brasil minimizó las probabilidades de un aumento adicional de la tasa de interés clave en junio, lo que provocó que las tasas de swaps se desplomaran a medida que los inversores redujeron las probabilidades de un ciclo de ajuste monetario aún más prolongado.
“Es apropiado apuntar a un alza de tasa de 100 puntos básicos en la próxima decisión de mayo”, dijo Roberto Campos Neto a periodistas el jueves. En cuanto a la próxima reunión de junio, una nueva alza entonces “no es el panorama más probable, como indicamos en las minutas de la última reunión. Pero nos enfrentamos a una perspectiva muy volátil y debemos considerar diferentes posibilidades”.
Los responsables de formular la política monetaria encabezados por Campos Neto se acercan al término de uno de los ciclos de ajuste más agresivos del mundo a raíz de la pandemia. El directorio del banco ya subió la tasa en 975 puntos básicos en un año para combatir la inflación presionada por los alimentos y los combustibles. Muchos economistas del sector privado dijeron esta semana que se necesitará un impulso adicional después de mayo para controlar las expectativas.
“Nos fijamos en lo que consideramos es el ritmo, el ritmo adecuado y la tasa terminal”, dijo Campos Neto. “Entendemos que lo más apropiado era subir la tasa en 100 puntos básicos y luego apuntar a 100 más en mayo”.
Los contratos de los swaps de tasas de interés con vencimiento en enero de 2023, que indican las expectativas sobre la política monetaria al final del año, cayeron hasta 16,5 puntos básicos luego de los comentarios. El real se mantuvo sin cambios en 4,8246 por dólar.
Las proyecciones de inflación del banco central en el escenario de referencia se ubican en 7,1% para este año y 3,4% en 2023, según el informe trimestral de inflación publicado el jueves. En comparación, los responsables de formular política monetaria tienen como objetivo precios al consumidor en 3,5% este año y 3,25% el próximo.
La semana pasada, los banqueros centrales también introdujeron un “escenario alternativo” para la inflación, que ahora consideran más probable, en el que los precios del petróleo bajan a US$100 por barril en diciembre. En esa perspectiva, los aumentos de los precios al consumidor se proyectan en 6,3% en 2022 y 3,1% en 2023.