Ciudad de México — La banca comercial en México resurgió de la parte más álgida de la pandemia con un nivel de capitalización histórico y hoy está lista para prestar, aunque en plena recuperación económica, enfrenta la percepción de que otorga poco financiamiento y con altas tasas, lo que orilla a las empresas a solicitar menos crédito ante la incertidumbre económica y la subida en las tasas de interés.
Desde el Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador apunta con un sesgo de reclamo a la banca como causante de que la economía no esté creciendo más rápido. En ocasiones recientes argumentó además que los bancos han obtenido ganancias a pesar de la pandemia.
Se espera que la tarde del jueves el presidente gire su mensaje al gremio en torno al asunto durante su participación en la inauguración de la Convención Bancaria 85, en Acapulco, Guerrero.
Bloomberg News reportó el 10 de marzo que el senador Ricardo Monreal, de Morena, trabajaba en una iniciativa para abaratar el crédito, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Daniel Becker, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), asegura que la banca sí quiere prestar, pero a partir de la competencia y no necesariamente de bajar tasas de interés.
“La banca puede representar dos puntos del PIB y la banca puede apoyar para que el PIB crezca dos puntos más de lo que se está considerado”, dijo Becker en una entrevista con Bloomberg Línea.
La banca mexicana tiene un Índice de Capitalización (ICAP) de 19,5% en diciembre de 2021, un máximo histórico, de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). La ABM presume que ese nivel de capitalización está por encima de países como Alemania, que cuenta con 18,9%; Brasil, con 16,8%; Estados Unidos, con 16,5%; o China, con 14,8%.
En términos de calidad de la cartera, el Índice de Morosidad (IMOR) se situó en 2,05% en diciembre de 2021, esto es 0,51 puntos porcentuales menos que el nivel observado en diciembre de 2020.
El ICAP y el IMOR son dos indicadores que muestran el buen estado de salud de la banca, sin embargo, esta condición no está siendo un atractivo para que más empresas o pymes soliciten crédito. La incertidumbre económica y el ciclo alcista en la tasa de interés pesan más sobre los empresarios para tomar la decisión de endeudarse.
Hacia el cierre de 2021 la economía mexicana sufrió una desaceleración de la recuperación y eso se reflejó en el financiamiento.
De acuerdo con la Evolución del Financiamiento a las Empresas, un documento de Banco de México (Banxico), durante el trimestre octubre-diciembre de 2021, el 33,9% de las empresas utilizaron crédito otorgado de la banca comercial, un porcentaje menor al trimestre previo, pero mayor al del cuarto trimestre de 2020.
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Las empresas que quieren contratar nuevos créditos señalan que los dos principales factores limitantes para acceder a financiamiento durante la recuperación económica son la situación económica general y las tasas de interés del mercado de crédito.
Enrique Diaz-Infante, director del Programa del Sector Financiero y Seguridad Social en Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), dijo que existe una relación entre financiamiento y crecimiento económico, y lo que hoy vive el país es una situación de no crecimiento y de escaso crédito.
“Para que haya ese financiamiento tiene que haber todo un ecosistema y un andamiaje que lo permita, tiene que haber un Estado de Derecho solido y ese es un problema que tenemos, y la recuperación de los créditos no es muy alta y la informalidad sigue elevada”
Díaz-Infante dijo que los dos grandes problemas del sistema financiero son la poca penetración y la pobre inclusión financiera como proporción del PIB, ya que si México se comparara con América Latina, el sector financiero equivale entre 30% y 40% del PIB, por debajo de Chile que está en 97%.
“La banca no ha sido un factor muy determinante para el crecimiento”
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