Bloomberg — Alemania sigue buscando proveedores alternativos a Rusia para el petróleo, el gas y el carbón, y prepara ayudas adicionales para los consumidores y las empresas que luchan contra el aumento de los precios de la energía.
La guerra de Rusia contra Ucrania ha puesto de manifiesto la fuerte dependencia de Alemania de Moscú en materia de importaciones energéticas, que incluyen aproximadamente la mitad de su gas y carbón y alrededor de un tercio de su petróleo. Alemania está especialmente expuesta, ya que está en proceso de abandonar la energía nuclear y el carbón, al tiempo que intenta acelerar la expansión de las energías renovables, como la eólica y la solar.
“En las últimas décadas, nuestra dependencia del petróleo, el carbón y el gas de Rusia ha ido en aumento”, dijo el miércoles el canciller alemán, Olaf Scholz, en un discurso ante la Cámara Baja del Parlamento en Berlín. “Sí, pondremos fin a esta dependencia (...) lo antes posible”.
En un amplio discurso en el marco de un debate sobre el presupuesto de 2022, Scholz dijo que la coalición gobernante está cerca de finalizar un segundo paquete de medidas para aliviar la carga de los hogares por el aumento de los costes energéticos.
Los tres partidos de la coalición gobernante (los socialdemócratas de Scholz, los verdes y los demócratas libres, afines a las empresas) se reunirán más tarde el miércoles para buscar un acuerdo.
“En los próximos días completaremos de forma significativa nuestro primer paquete de medidas con valor de $15.000 millones de euros (US$16.500 millones) con otras medidas adicionales”, dijo Scholz a los legisladores.
Se duplicará el subsidio a la calefacción, concedido a los hogares más vulnerables que reciben prestaciones sociales y a los estudiantes, y también habrá ayudas para las personas y empresas que dependen de los vehículos, añadió.
Scholz también sugirió que las penalidades que sufre Rusia por las sanciones impuestas tras su invasión de Ucrania no harán más que aumentar. El tema de las sanciones se debatirá en las reuniones de alto nivel que se celebrarán esta semana en Bruselas, entre ellas una cumbre de la Unión Europea (UE) y una reunión de los líderes del Grupo de los Siete (G-7), a las que asistirá el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
“Vemos que las sanciones están funcionando”, dijo Scholz a los legisladores en Berlín. “Pero eso es sólo el principio, la mayoría de los efectos más duros se verá en las próximas semanas”, añadió. “Y estamos agudizando continuamente las sanciones”.
-Con la asistencia de Birgit Jennen.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.