Bloomberg — El gobierno del Reino Unido debería seguir adelante con sus sanciones contra Rusia, ya que están infligiendo dolor al régimen de Vladimir Putin, pero también debería ayudar a las familias con menos ingresos a hacer frente al efecto de la subida de los costos de la energía y otros gastos de la vida, dijo el miércoles un grupo de legisladores.
Las sanciones propuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido contra las importaciones rusas de energía podrían tener un efecto “catastrófico y duradero” si se aplicaran en su totalidad, mientras que las restricciones impuestas al banco central ruso son especialmente eficaces, según un informe sobre las medidas elaborado por la Comisión del Tesoro, de carácter interpartidista. “Rusia se enfrenta tanto a un golpe importante en el tamaño de su economía como a una inflación significativa”, decía el informe.
Sin embargo, los parlamentarios también advirtieron que el Reino Unido no está protegido de las consecuencias económicas de las sanciones sobre el petróleo y el gas. Según el informe, el gobierno debería introducir ayudas para aquellos que son especialmente vulnerables a estas subidas de precios.
“El Comité seguirá investigando qué herramientas adicionales tenemos en nuestro arsenal para reprimir la agresión de Putin y dañar aún más la economía rusa y su capacidad para financiar esta guerra”, dijo el presidente Mel Stride en un comunicado. “Esta guerra también tendrá consecuencias económicas aquí en casa, y aunque merece la pena soportarlas para apoyar a Ucrania en su lucha por la libertad, cada vez está más claro que el Gobierno tendrá que apoyar a los más afectados”.
Según el informe, el Reino Unido debería mejorar la claridad de sus orientaciones sobre las sanciones para ayudar al sector privado a aplicarlas. También debería considerar la posibilidad de aumentar la financiación y el personal de la Oficina de Aplicación de Sanciones Financieras, que forma parte del Tesoro Público, según el informe.
Este artículo fue traducido por Andrea González