Bloomberg — El enviado ruso para asuntos climáticos, Anatoly Chubais, ha dimitido y abandonado el país, alegando su oposición a la guerra del presidente Vladimir Putin en Ucrania, según dos personas familiarizadas con la situación, convirtiéndose en el funcionario de más alto nivel que rompe con el Kremlin por la invasión.
Chubais, de 66 años, es uno de los pocos reformistas económicos de la década de 1990 que había permanecido en el gobierno de Putin y había mantenido estrechos vínculos con funcionarios occidentales. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Conocido como el arquitecto de las privatizaciones rusas de los años 90, Chubais dio a Putin su primer trabajo en el Kremlin a mediados de los años 90 y en un principio acogió con satisfacción su llegada al poder a finales de esa década. Bajo el mandato de Putin, Chubais ocupó altos cargos en grandes empresas estatales hasta que el presidente le nombró enviado para el desarrollo sostenible el año pasado.
Desde el comienzo de la guerra, el gobierno ha intensificado la presión sobre los críticos internos de la invasión. Putin advirtió el 16 de marzo que limpiaría Rusia de la “escoria y los traidores” a los que acusa de trabajar de forma encubierta para Estados Unidos y sus aliados. Ante el colapso económico, el líder ruso acusó a Occidente de querer destruir a Rusia.
“Cualquier pueblo, y en particular el pueblo ruso, siempre sabrá distinguir a los patriotas de la escoria y los traidores y los escupirá como a un mosquito que accidentalmente se le metió en la boca”, dijo Putin. “Estoy convencido de que esta autolimpieza natural y necesaria de la sociedad no hará más que fortalecer nuestro país, nuestra solidaridad, cohesión y preparación para afrontar cualquier reto”.
La semana pasada, Arkady Dvorkovich, que fue asesor económico principal de Dmitri Medvédev durante su presidencia y viceprimer ministro hasta 2018, dimitió como director del fondo tecnológico Skolkovo, respaldado por el Estado, tras condenar la invasión. Dvorkovich, que también es presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, es uno de los pocos ex altos funcionarios que se han pronunciado contra la guerra.