Ciudad de Panamá — Una posible huelga indefinida a partir del próximo 4 de abril amenaza con mover los cimientos de la industria de la construcción panameña, un sector que en el tercer trimestre del 2019, antes de la pandemia, aportó $1,551.8 millones al Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Cifras oficiales indican que en igual periodo del 2020 la participación de la construcción en el PIB fue de $450.2 millones y en 2021 se ubicó en $907 millones, cifra alejada del aporte antes de la pandemia.
La Cámara Panameña de la Construcción (Capac) advirtió que un paro indefinido daría al traste con la lenta recuperación que venía mostrando la actividad, mientras que los obreros aglutinados en el Sindicato de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) insisten en su propuesta de obtener una mejora salarial.
El Suntracs exige un incremento salarial de 70 centavos de dólar la hora, distribuidos en cuatro años, mientras que la Capac ahora ofrece un aumento de 10 centavos espaciados en el mismo periodo de tiempo.
Esta cifra ha sido calificada por los obreros como “mezquina”, en tanto que la Capac, en la voz de su presidente Carlos Allen, afirma que el ajuste de 70 centavos “está por encima de las posibilidades reales de la industria y de las empresas constructoras”.
En declaraciones públicas Allen dijo que “queremos evitar la huelga, pero no podemos poner en riesgo a la industria y debilitar a las empresas.
De nada sirve aumentar a niveles en donde no se puedan pagar los salarios y no se emplea al personal que está en ese momento en sus casas”.
Mientras que el Suntracs insiste en su llamado a huelga, los empresarios de la construcción se sienten optimista de llegar a un acuerdo que permita continuar con la recuperación de un sector que emplea a más de 150 mil panameños.
Un gremio que salió a solicitar que prevalezca el diálogo para beneficio de ambas partes fue la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos (SPIA), cuyo presidente, Rutilio Villarreal, manifestó que en estos momentos una huelga en el sector construcción afectaría a todo el país, cuya economía aún no termina de recuperarse.