Bloomberg — Detenga el flujo de petróleo de Rusia y gran parte de Alemania se detendría.
Mientras que la vecina Polonia se está alejando del crudo del Kremlin, la potencia industrial de Europa sigue siendo tan dependiente que tendría dificultades para respaldar la prohibición del suministro de combustible ruso que se debate en la Unión Europea esta semana, escribe el estratega petrolero de Bloomberg, Julian Lee.
Esta dependencia en el corazón del continente limita mucho el castigo económico que la UE puede imponer a Vladimir Putin por su invasión de Ucrania.
El oleoducto Druzhba es una fuente vital de crudo para las refinerías alemanas Schwedt y Leuna. Las plantas procesan cerca de 500.000 barriles diarios de crudo, la mayor parte procedente de Rusia. Si se corta ese suministro, gran parte del este de Alemania se quedará rápidamente sin combustible.
Schwedt suministra el 90% de la gasolina, el combustible para aviones, el diésel y el combustible para calefacción que se consumen en Berlín y Brandeburgo, según el sitio web de la refinería. Leuna es el principal proveedor de combustibles de las regiones de Turingia, Sajonia y Sajonia-Anhalt, incluidas las ciudades de Dresde y Leipzig.
La refinería de Schwedt sí tiene una fuente alternativa de suministro a través de un oleoducto desde el puerto alemán de Rostock, que en teoría podría recibir crudo de otras partes del mundo. Pero la capacidad de la línea es de solo 140.000 barriles por día, suficiente para cubrir solo el 60% de la materia prima que necesita la planta. Leuna no tiene otra fuente de entregas a través de oleoductos.
Para complicar aún más las cosas, el mayor accionista de Schwedt es Rosneft PJSC (ROSN), una empresa rusa controlada por el Kremlin. Estaba en proceso de comprar la participación del 37,5% de Shell Plc (SHEL) en la planta para llevar su participación a casi el 92%, pero el gobierno alemán está revisando ese plan.
Otros países de la UE se enfrentan a un problema similar, pero menos grave.
Las refinerías de Litvinov en la República Checa, Bratislava en Eslovaquia y cerca de Budapest en Hungría, propiedad de MOL Hungarian Oil and Gas Plc, (MOL) reciben crudo entregado a través del sistema de oleoductos Druzhba.
Una ruta de suministro alternativa que entregue crudo transportado por mar a través de un oleoducto desde el puerto croata de Omisalj,podría brindar algo de alivio, pero la capacidad de esa línea para entregar crudo a esas refinerías está limitada a 200.000 barriles por día, según el operador Jadranski Naftovod dd (JNAF), más comúnmente conocido como Janaf.
Si la UE alguna vez prohibiera las importaciones de crudo a través de Druzhba, o si la propia Rusia cortara los flujos, los mercados atendidos por estas refinerías se encontrarían dependientes de asegurar volúmenes escasos de productos refinados de otros lugares, y dependiendo de la costosa entrega por camión y ferrocarril.
Para la República Checa y Eslovaquia, pero sobre todo para Alemania, el costo de sancionar el petróleo de Rusia sería prohibitivo.
NOTA: Julian Lee es un estratega petrolero que escribe para Bloomberg. Las observaciones que hace son propias y no pretenden ser un consejo de inversión.
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Este artículo fue traducido por Mriam Salazar