Bloomberg — Google (GOOGL), uno de los pocos gigantes corporativos estadounidenses que sigue operando en Rusia, está a punto de perder uno de sus mayores puntos de apoyo en ese país a medida que las tensiones con el Kremlin siguen aumentando.
Google, de Alphabet Inc., cerró su negocio de publicidad en Rusia, aunque mantiene sus populares servicios para consumidores, como YouTube. Pero el servicio de vídeo se ha convertido en una importante fuente de tensión con el gobierno. YouTube prohibió un canal del Ministerio de Defensa de Rusia, según un documento interno revisado por Bloomberg, en la última de una serie de acciones que los “googlers” (usuarios de Google) esperan que desencadenen un cierre en el país.
La semana pasada, YouTube prohibió a los militares rusos publicar en el sitio de vídeos durante siete días después de que el ministerio calificara su invasión de Ucrania de “misión de liberación” en dos vídeos, que la empresa retiró, según el documento. La decisión de retirar los vídeos se elevó a la dirección ejecutiva de YouTube, según el documento.
“Nuestras políticas prohíben el contenido que niega, minimiza o trivializa eventos violentos bien documentados, incluyendo la invasión de Rusia en Ucrania”, dijo la compañía en un correo electrónico.
Aunque Google no ha cerrado su oficina en Rusia, la compañía ha comenzado a trasladar discretamente a su personal del país en las últimas semanas, según personas familiarizadas con las decisiones que pidieron no ser identificadas para discutir asuntos de seguridad. Un portavoz de Google declinó hacer comentarios.
Desde que lanzó su invasión de Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin ha censurado a la prensa independiente de su país en un esfuerzo por controlar la información sobre la guerra, al tiempo que castiga a los ciudadanos que van en contra de la narrativa del gobierno sobre la invasión. También ha perseguido a las empresas de redes sociales de Estados Unidos. El lunes, Rusia prohibió Facebook e Instagram, servicios de Meta Platforms Inc. (FB) y los calificó de organizaciones “extremistas”, lo que en la práctica los criminaliza. El país también ha estrangulado el funcionamiento de la aplicación de Twitter Inc. (TWTR)
La táctica de Putin ha sido pintar los medios sociales estadounidenses como fuerzas extremas que amenazan a la sociedad rusa. La primera amenaza del gobierno contra YouTube desde la invasión se refería a un canal que difundía antigua propaganda soviética, no a redes de medios estatales.
“La óptica es muy importante”, dijo Emerson Brooking, investigador principal del Atlantic Council Digital Forensic Research Lab (Laboratorio de Investigación Forense Digital del Atlantic Council en español). “La prohibición de Instagram y YouTube son decisiones muy impopulares, a no ser que se presenten con cierta óptica”.
De momento, no hay indicios de que el producto de búsqueda de Google esté en peligro. Google sigue siendo el motor de búsqueda más utilizado en Rusia, superando al proveedor local Yandex NV (YNDX), según empresas de medición externas. Y YouTube es un lugar popular para que los rusos de a pie, así como los animadores y críticos de Putin, vean y publiquen vídeos en línea.
Google interrumpió su actividad publicitaria en Rusia a principios de marzo y ha afirmado que está cumpliendo con todos los requisitos de las sanciones. Sin embargo, la empresa mantuvo sus principales servicios, como las búsquedas y los mapas, en el país “para proporcionar acceso a información y perspectivas globales”, escribió Kent Walker, director jurídico de Google, en una entrada de su blog.
El gobierno ruso había estado trabajando para adaptar la información disponible en Google mucho antes de la invasión de Ucrania. El otoño pasado, los tribunales rusos obligaron al gigante de Internet a retirar una aplicación de votación de los líderes de la oposición y luego impusieron una multa diaria y creciente a la empresa por retirar un canal de YouTube de un partidario de Putin.
El viernes, el regulador ruso de los medios de comunicación, Roskomnadzor, acusó a YouTube de difundir anuncios que llamaban a sabotear los sistemas ferroviarios de Rusia y Bielorrusia. La agencia dijo que el contenido “demuestra claramente la posición antirrusa” de Google y dijo que el comportamiento de la compañía era de “naturaleza terrorista” (un portavoz de YouTube dijo que la compañía retiró los anuncios por violar sus políticas).
Desde la invasión de Rusia, Google se ha vuelto más agresivo a la hora de moderar los medios de comunicación prorrusos. En primer lugar, YouTube restringió los medios de comunicación respaldados por el Estado, como RT, prohibiéndolos fuera de Rusia. Google también los ha eliminado de las búsquedas de noticias.
YouTube dijo el 11 de marzo que ha eliminado más de 1.000 canales relacionados con la invasión que violan sus políticas de contenido. A los responsables de YouTube les preocupaba en privado que la retirada de RT y otras cadenas patrocinadas por el Estado provocara una prohibición en el país, según una persona familiarizada con las discusiones.
Rusia podría prohibir YouTube esta semana, según informó el viernes la agencia de noticias respaldada por el Estado, RIA Novosti.
Mientras tanto, Google ha trabajado entre bastidores para proteger a su personal. Google contaba con 244 personas en su oficina de Moscú, según una persona familiarizada con las cifras, y ha ayudado a los interesados a trasladarse este mes. Google también ha retirado personal de Ucrania, donde la empresa empleaba a unas 50 personas en Kiev, según otra persona.
Según un boletín interno de Google consultado por Bloomberg News, la empresa notificó al personal que “está trabajando las 24 horas del día para proporcionar seguridad y protección especializada, así como otro tipo de apoyo” a los empleados en Ucrania.
El esfuerzo de Google por retirar sus creaciones de Rusia, pero no sus productos de consumo, no ha sido sencillo. Los creadores rusos de YouTube que ya no obtienen ingresos por publicidad de sus vídeos han obstruido los canales de soporte de la empresa con diatribas y amenazas, según una persona familiarizada con la situación. La empresa dijo que sigue prestando apoyo a los creadores.
La popularidad de YouTube puede hacer que las autoridades rusas se tomen más en serio el cierre del servicio. Por otra parte, las nuevas y estrictas leyes de medios de comunicación del país contra los críticos internos pueden lograr los objetivos de reprimir la disidencia, así como una prohibición total del sitio de vídeos, según Brooking. “Eso podría ser muy eficaz para vigilar a YouTube”, dijo.
-Con la asistencia de Giles Turner.
Este artículo fue traducido por Andrea González