Bloomberg — La Bolsa de Metales de Londres está en conversaciones con Gobiernos respecto a seguir permitiendo que los metales de Rusia se entreguen en su red de bodegas, dijo el CEO Matthew Chamberlain.
La LME quiere asegurarse de que “no sea parte del financiamiento de ningún tipo de atrocidad”, dijo a Bloomberg TV en una entrevista. Sin embargo, la bolsa se guiará por la política gubernamental, y los principales productores de metales rusos actualmente no están sujetos a sanciones.
El comité del cobre de la LME, un grupo consultivo que incluye a representantes de las principales mineras, operadores y consumidores, votó el viernes a favor de recomendar la prohibición de nuevas entregas de ese metal proveniente de Rusia en las bodegas de la LME, una medida que, si se implementa, podría provocar una conmoción en unos mercados ya agitados.
“Si prohibimos la entrada de metales en nuestras bodegas, no solo estamos tomando una decisión sobre nuestro negocio, estamos tomando una decisión en nombre de todo el mercado”, dijo Chamberlain. “Ahora mismo el metal ruso no está sancionado y por eso se permite su entrada”.
Pero no descartó la posibilidad de una prohibición en el futuro: “Estamos trabajando con los gobiernos para comunicar las preocupaciones del mercado, y ya veremos hacia dónde va”, dijo Chamberlain.
Aunque el impacto en el cobre sería significativo, la prohibición del metal ruso podría tener un efecto aún mayor en los mercados del níquel y el aluminio de la LME, donde los productores MMC Norilsk Nickel PJSC (MNOD) y United Co. Rusal International PJSC (0486) suministran una gran parte de las marcas negociables.
Sobre el tema del short squeeze del níquel que ha sacudido la bolsa, Chamberlain dijo que la LME revisaría lo ocurrido y las decisiones que se tomaron.
Pero volvió a defender la controvertida intervención de la LME en la mañana del 8 de marzo, cuando canceló unos US$3.900 millones en operaciones después de un breve short squeeze centrado en el magnate chino Xiang Guangda y su empresa Tsingshan Holding Group Co.
Chamberlain reiteró que el hecho de que Tsingshan fuera chino no influyó en las decisiones tomadas por la LME, propiedad de Hong Kong Exchanges & Clearing Ltd. (HKEX).
“La razón por la que intervinimos no fue por la nacionalidad del cliente, sino por el tamaño y el impacto sistémico del cliente y lo habríamos hecho sin importar su nacionalidad”.
Se negó referirse a los planes de HKEX para el futuro de la LME, pero defendió la trayectoria de la bolsa de Hong Kong.
“Han invertido enormes cantidades en nuestro negocio”, dijo Chamberlain. “Creo que han sido un propietario que ha apoyado enormemente al mercado. Creo que sería una pena descartar todas esas cosas buenas que se han hecho simplemente porque se sugiera la influencia china, sobre todo porque, como he dicho antes, simplemente no lo he visto”.