Bloomberg — Los inversionistas globales agregaron dinero al mayor fondo cotizado en bolsa de acciones brasileñas por primera vez este año y finalmente se beneficia de una larga racha de entradas que respaldan el mercado local.
El iShares MSCI Brazil ETF, de US$5.900 millones, conocido como EWZ, recibió US$81 millones durante la semana que terminó el 18 de marzo, la mayor cantidad desde mediados de diciembre. Teniendo en cuenta la participación del país en ETF enfocados en mercados emergentes, las acciones brasileñas recibieron un total de US$224,7 millones en el período, liderando los avances en el mundo en desarrollo, según datos recopilados por Bloomberg.
Las acciones de Brasil se encuentran entre las apuestas favoritas de los administradores de dinero globales, quienes se han sentido atraídos por los precios bajos luego de años de desempeño deficiente. El índice de referencia Ibovespa registra el segundo mejor desempeño del mundo este año en términos de dólares estadounidenses, solo por detrás de las acciones peruanas. Incluso después del reciente repunte, el Ibovespa cotiza a 7,7 veces las ganancias futuras, por debajo de su promedio de 10 años de 11,7 veces.
Las acciones brasileñas “siguen siendo relativamente baratas después de dos años de bajo rendimiento y esperamos que los precios de los productos básicos se mantengan elevados”, dijo Greg Lesko, gestor de cartera de Deltec Asset Management en Nueva York. “Selectivamente, seguimos siendo positivos” sobre Brasil.
Los no residentes fueron compradores netos de acciones brasileñas en el mercado local en 50 de las últimas 52 sesiones, sumando un total de 75.200 millones de reales (US$15.200 millones). Pero a diferencia del mercado local, EWZ no había visto ninguna entrada este año, incluso cuando sus acciones han subido más del 25%, superando ampliamente al ETF iShares MSCI Emerging Markets, de US$26.900 millones y conocido como EEM, que ha bajado un 9%.
Las acciones brasileñas también se están beneficiando de un aumento en los precios de los productos básicos y la exclusión de Rusia de los índices de referencia de los mercados emergentes, así como de las esperanzas de que el ganador de las elecciones presidenciales de octubre no descarrile la política económica de la nación.
Si bien el optimismo de los extranjeros ha impulsado un repunte en los activos locales de la nación, las ganancias han sido templadas por un mayor escepticismo de los locales.
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