Bloomberg — El principal emisario de China en Washington prometió que su país “hará todo” para desescalar la guerra en Ucrania y dijo que su relación con Rusia “no es parte del problema”.
Los comentarios del embajador Qin Gang se producen después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtiera al presidente chino, Xi Jinping, de las “implicaciones y consecuencias” que tendría el apoyo de China a la invasión rusa de Ucrania. Xi aseguró a Biden que su país no quería la guerra, según las lecturas chinas de la videollamada del viernes.
“Hay desinformación sobre la asistencia militar de China a Rusia”, dijo Qin en el programa “Face the Nation” de la CBS el domingo. China no está enviando “armas y municiones a ninguna parte”, dijo. “Haremos todo lo posible para desescalar la crisis”.
Es la última evidencia de los esfuerzos de China por equilibrar sus relaciones con EE.UU. y Rusia mientras la administración Biden busca aumentar la presión internacional sobre el presidente Vladimir Putin para que ponga fin a la guerra en Ucrania.
Aunque China tiene “muchos intereses comunes” con Rusia, eso “no es un lastre”, dijo Qin. “China es parte de la solución, no es parte del problema”. Citó la llamada telefónica de Xi con Putin poco después de la invasión rusa en febrero, durante la cual, según China, su líder instó a Putin a negociar con Ucrania.
Preguntado sobre si China condenaría la invasión rusa, Qin dijo: “No sea naive, la condena no resuelve el problema. Me sorprendería que Rusia diera marcha atrás con la condena”. En cambio, China seguirá instando a las conversaciones de paz, dijo.
La conversación entre Xi y Biden fue “sincera, profunda y constructiva”, dijo Qin. Antes, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, describió la llamada como “extraordinariamente franca”.
“Y dejamos clara nuestra posición a los chinos”, dijo en el programa “State of the Union” de la CNN el domingo. “Están en una posición incómoda”.