Buenos Aires — El Gobierno publicó en el Boletín Oficial las primeras medidas para intentar poner un freno a la inflación. La formalización de las iniciativas se dio luego de que el presidente Alberto Fernández asegurara que va a “implementar todas las medidas necesarias” para controlar la aceleración de precios.
Este sábado, mediante dos decretos, la administración nacional decidió elevar las retenciones al aceite y la harina de soja al 33% hasta fin de año, mientras que también anunció la puesta en marcha de un Fondo Estabilizador de Trigo, en busca de regular el precio del pan y sus derivados.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, brindó más detalles respecto de las nuevas medidas y rechazó que el Gobierno quiera “perjudicar a los productores”.
“La instrumentación y administración de este fondo quedará exclusivamente en manos de la Secretaría de Comercio Interior, que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo, que constituirá un fondo de fideicomiso”, indicó el funcionario nacional en una conferencia de prensa.
Por otro lado, se refirió a la suba del 31% al 33% de las retenciones de harina y aceite de soja y puntualizó: “La medida establece la suspensión temporaria del diferencial de 2% de los derechos de exportación de harina y aceite de soja del decreto 790 de 2020″.
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“La suspensión de estos derechos de exportación harán que vuelvan al 33%, porcentaje que ya las empresas le descuentan al productor. La captación de este beneficio y esta promoción que hizo el decreto es sólo para las empresas que exportan harina de soja y aceite de soja”, manifestó.
¿A quién alcanza la suba de retenciones?
Domínguez evaluó que “a los productores no se los afectará con esta medida”. “Esta medida alcanza a once empresas exportadoras de las cuales ocho representan el 95% del total de las exportaciones”.
“Respecto de los productores argentinos que han provocado una cosecha récord de trigo, mientras íbamos en camino a una de maíz, pero con la sequía no sabemos los resultados que vamos a tener, hemos decidido con el propósito de captar los precios internacionales de esta coyuntura histórica, abrir los registros de exportación de la cosecha 22/23 por un total de 8 millones de toneladas de trigo que se suman a las 2 millones autorizadas”, señaló.
“Con esta decisión pretendemos lograr el objetivo de darle previsibilidad a los productores para la próxima siembra de trigo y lograr un nuevo récord de producción”, sostuvo. Además, destacó: “La crisis mundial nos afecta, pero también nos pone ante el desafío de reforzar nuestro compromiso con la seguridad alimentaria global, produciendo más y de una manera sustentable”.
El rechazo del campo
El presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Cooperativa Limitada (CONINAGRO), Carlos Iannizzotto, remarcó que las retenciones “no fueron, no son y nunca serán el camino”. “No necesitamos `guerra contra la inflación`, pedimos acuerdos”, apuntó el dirigente en redes sociales.
Si bien aseguró ”compartir” con Domínguez “la importancia de dar previsibilidad”, argumentó que “la inflación se combate generando empleo y, sobretodo, promoviendo más producción en todas las economías regionales del país”.
Desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) emitieron un comunicado en el que rechaza la medida, al resaltar que esos productos “representan un tercio de las exportaciones totales de la Argentina”.
“Esta medida es una clara indicación de que el Gobierno desincentiva las exportaciones”, criticó. Además, afirmó que había “opciones diferentes al castigo impositivo”.
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