El mercado aéreo de Ecuador tiene todo para crecer, solo le falta competitividad

En una entrevista con Bloomberg Línea, Peter Cerdá, directivo de IATA, detalla cómo el país puede aprovechar su potencial para conectarse con el mundo

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QUITO — La aviación puede tener un rol vital en la recuperación de las economías a nivel mundial en la era post-pandemia, y Ecuador no es la excepción. Antes del COVID-19, la industria aeronáutica aportaba con más de 230.000 empleos y US$ 3.400 millones al país, por ello, impulsar la conectividad aérea es vital.

Al menos así lo cree la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés). Su vicepresidente regional para las Américas, Peter Cerdá, habló con Bloomberg Línea sobre el abanico de posibilidades que tiene el país para mejorar su competitividad frente a sus vecinos e hizo un llamado al Gobierno para trabajar en conjunto, pues existen medidas que pueden impulsar directamente el mercado, como eliminar tasas e impuestos que encarecen los pasajes aéreos.

En Ecuador, 44,9% de un ticket aéreo son tasas y recargos. Además, apenas se contabilizan 0,44 viajes por persona al año, mientras que en Chile –nación con similar número de habitantes- son 1,2 viajes por persona. Antes de la pandemia, el país contaba 24 rutas internacionales, hoy son 20, muy lejos de Colombia que cuenta con 81 frecuencias internacionales o de Perú, que tiene 38.

A decir de Cerdá, Ecuador tiene enorme potencial para cambiar esa situación, pues es “un país con una biodiversidad única y estas bondades naturales le permiten posicionarse como un destino destacado”. Las Islas Galápagos, por ejemplo, son un imán importante.

¿Qué es lo que se necesita? “Un marco regulatorio adecuado que permita a la aviación civil seguir creciendo de manera ordenada”, asegura. A continuación la entrevista completa:

¿Por qué se escogió a Ecuador para celebrar el Aviation Day?

Normalmente este tipo de eventos lo hacemos con enfoque de país, y en el último año y medio hemos tenido una colaboración muy estrecha con el Gobierno ecuatoriano y realmente Ecuador era uno de los países pendientes. Previo a la pandemia, era un país con el que queríamos involucrarnos más porque lo veíamos con gran potencial, pero no estaba cumpliendo las expectativas. Mientras en el resto de la región países como Colombia, Perú o Panamá estaban teniendo un boom de conectividad y de movimiento de pasajeros, el Ecuador estaba estancado.

Por eso la cooperación con el nuevo Gobierno nos brindó una oportunidad, otra manera de ver las posibilidades, de traer más competencia, mejor conectividad y, sobre todo, que el ecuatoriano tuviera más posibilidades de viajar.

¿Es un intento para despertar la industria? Porque los datos de Ecuador son preocupantes, es menos competitivo que sus vecinos…

Creo que con el Gobierno, con las posibilidades que hay en el país de interés turístico, cultural y de negocios, podemos establecer una vía para reducir algunos impuestos o tasas. Eliminar o reducir estos cargos dará más posibilidades para que las líneas aéreas entren al país sin la burocracia gubernamental que existe.

Una vez que logremos eso, y sobre todo si se lleva a cabo el acuerdo de cielos abiertos que se está negociando con varios países, se abrirá un abanico de posibilidades a los ciudadanos ecuatorianos y a los mismos extranjeros porque las líneas aéreas van a poder operar con mucha más libertad para decidir a dónde vuelan, cuántas veces por semana van a volar… y eso va a permitir que, en vez de tener un vuelo diario de Miami a Quito, haya dos o tres por tres líneas aéreas en vez de una.

¿Cuál es el potencial y las fortalezas que tiene el Ecuador en la industria?

Lo primero son las políticas del Gobierno, y eso es fundamental, sobre todo tener una agenda coordinada y alineada entre el sector privado y el público. Segundo, la clase media en Ecuador se está incrementando, hay más demanda, más necesidad, los ecuatorianos quieren conocer el mundo, tanto a nivel turístico, cultural y de negocios. La marca ecuatoriana es una marca fuerte, las flores, el banano, los mariscos se exportan a todas partes del mundo y hay una necesidad de promocionar la marca ecuatoriana de forma más agresiva, como lo han hecho los colombianos y los peruanos.

Como decía el presidente (Guillermo Lasso), hay que intentar que más ecuatorianos conozcan el mundo y que el mundo conozca al Ecuador y la manera de hacer eso es mejorando la conectividad; tener una conectividad con 24 destinos internacionales en un país con tanto potencial es muy poco, tenemos que ser ambiciosos, tenemos que intentar mirar a los países vecinos y poco a poco implementar más conectividad y ver desde dónde se está volando a Perú, desde dónde se está volando a Colombia y después competir y atraer líneas aéreas de esos países.

¿Cómo se puede estar preparado para esto choques externos, como una pandemia, una guerra, que afectan a todas las industrias, incluida la aviación?

La industria se tuvo que reinventar, la pandemia nos demostró que hay que evaluar cada situación de una manera independiente, que hay que manejar los costos de forma muy responsable y tomar decisiones rápidas. Esto nos ha demostrado que, aunque exista conectividad con un país durante años o siglos, esta se puede perder en un día, y por eso los mercados se tienen que mantener competitivos, los países tienen que estar atentos y conocer cuál es el valor de la aviación.

La aviación tiene un valor social y económico muy importante, muchos ecuatorianos puede que no tengan interés por viajar, pero las comunidades donde viven dependen de los productos que se exportan y la única manera de enviar esos productos es por aeronave, así que indirectamente estamos sirviendo a comunidades que viven de los productos que se van a exportar, y eso es lo que tenemos que tomar en cuenta.

La aviación no es un modo de transporte para los ricos, es un modo de transporte para todas las comunidades, para todas las clases sociales, da igual el poder adquisitivo.

Actualmente, Ecuador tiene varios aeropuertos que están subutilizados, ¿cómo puede aprovecharlos para impulsar su competitividad?

Ahí es donde Ecuador debe ser más competitivo para atraer más líneas aéreas, fuera de las mega ciudades como Quito y Guayaquil. Hay que invertir en infraestructura, ahí el Gobierno tiene una responsabilidad de trabajar con los municipios en ciudades como Cuenca, Manta… para ir potenciando el turismo, pero para eso necesitamos una infraestructura que pueda permitirlo.

En el caso de Cuenca, por ejemplo, hoy solo pueden operar vuelos domésticos porque el aeropuerto está en medio de la ciudad y no se permite extender la pista, una opción es construir un aeropuerto nuevo, pero hay que tener visión. Si Cuenca va a ser el centro cultural del turismo, la parte aeroportuaria es importante para que un turista extranjero pueda volar directo.

Hay interés de volar desde Panamá, desde Bogotá, desde Lima, incluso desde Miami, pero si no hay la infraestructura que permita a esa aeronave aterrizar y despegar, no vamos a poder crecer, porque no solo es crecer en Guayaquil y Quito, queremos crecer en las ciudades secundarias y ahí es donde está el reto.

¿Qué necesita hacer el Gobierno para impulsar ahora la competitividad?

Hay que compararse con lo que se está haciendo en otros mercados, hoy en día el Ecuador está compitiendo en el marco internacional, no en el marco regional, y hay mucho interés, hay potencial, hay turismo para todos los sectores, pero tiene que ser competitivo, sino ese pasajero se va a ir a Miami, a España, a África y no va a venir al Ecuador, incluso se irá a Lima o a Bogotá, donde el viaje les resulta mucho más barato, y ese es el reto que ponemos al Gobierno: trabajemos en conjunto. Eliminar una tasa de US$ 25 en los pasajes aéreos va a representar, en el mediano y largo plazo, más pasajeros. ¿Qué es mejor? ¿Ganar US$25 o generar más turistas?