Guatemala — El presidente Alejandro Giammattei afirmó este 16 de marzo que se está haciendo un análisis jurídico para suspender el contrato de compra de vacunas Sputnik V a Rusia, por la dificultad de poder trasladarlas al país debido al conflicto con Ucrania.
“No estamos comprando ninguna vacuna rusa porque no hay garantía del traslado y nosotros tampoco podemos traerla, por lo tanto, se están haciendo los análisis jurídicos para la suspensión del contrato por la situación geopolítica”, expresó el mandatario en conferencia de prensa.
Además, mencionó que la vacuna Sputnik Light no se puede utilizar en Guatemala porque no tiene reconocimiento de la OMS ni de las agencias que la ley les permite reconocer como certificados de buena calidad. “Ya no se comprará la Sputnik Light”, enfatizó Giammattei.
Guatemala ha recibido 8 millones 10 mil vacunas Sputnik V; y al menos un millón 81 mil dosis llegaron a su fecha de vencimiento, sin ser aplicadas.
Lo anterior, representó unos Q84.3 millones en pérdidas, según confirmó el viceministro Administrativo, Ariel Hernández durante una conferencia de prensa.
Guatemala pagó por adelantado el costo de la mitad de las dosis negociadas, que ascendió a Q614.5 millones. Pago realizado a la empresa Human Vaccine LLC, subsidiaria del Fondo de Inversión Directa de Rusia (FIDR).
Sin embargo, en julio de 2021, el Gobierno renegoció con Rusia y se acordó que ya no se compraría el 50% restante.
Con los Q614.5 que no se pagarían a Rusia serían utilizadas para negociar con otras farmacéuticas, pero en octubre del 2021 se renegoció y ambos países acordaron que el dinero restante podría usarse para comprar las Sputnik V entre 2022 y 2023, pero ya no se pagó nada.
La OMS suspende evaluación de vacuna rusa
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este miércoles que postergará su evaluación de la vacuna rusa contra el coronavirus debido a “la situación inestable”, informó la AP.
La doctora Mariangela Simao, experta en vacunas para esa agencia de la ONU, dijo en conferencia de prensa que funcionarios de la OMS iban a ir a Rusia el 7 de marzo para inspeccionar las instalaciones donde se fabrica la vacuna rusa, llamada Sputnik V.
Eso fue pocos días después de la invasión rusa a Ucrania. “Estas inspecciones han sido postergadas para una fecha más tarde”, declaró Simao.
“La evaluación y las inspecciones se han visto afectadas por la situación”, añadió, explicando que la delegación ha tenido problemas para reservar vuelos y para usar tarjetas de crédito, “y otros temas operativos”.
Los países occidentales mayormente cerraron su espacio aéreo a aviones rusos e impusieron fuertes sanciones económicas contra Rusia y sus instituciones financieras tras la invasión rusa de Ucrania.
“Esta situación ha sido hablada con los responsables rusos y se fijará una nueva fecha lo más pronto posible”, afirmó Simao.
La OMS estudia la posibilidad de aprobar de emergencia la vacuna rusa desde el año pasado. La autorización permitiría usar la vacuna rusa en el programa COVAX de la ONU, que distribuye vacunas a países pobres, y le daría credibilidad a la Sputnik V, que ha sido recibida con desdén.
Un estudio, publicado en 2020 por la revista Lancet in 2020 y en el que participaron más de 20 mil personas, halló que Sputnik V estaba libre de efectos nocivos, que tenía una eficacia de 91 por ciento contra la infección y que tenía una alta eficacia en la prevención de síntomas severos de COVID.
Pero en octubre del año pasado, el regulador farmacéutico de Sudáfrica rechazó la vacuna rusa, citando interrogantes que el fabricante ruso no pudo responder. Las autoridades sudafricanas temen que la tecnología usada en la Sputnik V podría tener efectos nocivos en poblaciones de alta incidencia de VIH.
La Agencia Europea de Medicamentos dice que todavía está evaluando la eficacia de la Sputnik V, que ha sido aprobada en más de 70 países. Hasta la fecha no han surgido problemas de consideración relacionados con esa vacuna.