Bloomberg — El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, está presentando un paquete de gastos sociales que inyectará $165.000 millones de reales (US$32.400 millones) en la economía, mientras redobla los esfuerzos para aumentar el apoyo antes de las elecciones de este año.
El gobierno permitirá retirar $1.000 reales de los fondos de indemnización del FGTS (Fondo de Garantía de Tiempo de Servicio), adelantará el pago de decimoterceras nóminas que normalmente se realizan más tarde en el año y garantizará préstamos para los trabajadores con problemas de acceso al crédito, según dos personas familiarizadas con el asunto. El plan, que no representa un gasto público adicional este año, se centra en los pobres y en la clase media y se anunciaría en un acto en el palacio presidencial el jueves.
Se esperan medidas adicionales en las próximas semanas. El gobierno de Bolsonaro modernizará las reglas para el empleo a distancia y también los trabajadores en app (aplicaciones), dijeron las personas, que pidieron el anonimato porque la discusión no es pública. También tendrá que decidir si destina $1.700 millones de reales (US$335millones) para aumentos salariales de los funcionarios públicos este año.
Anuncio político | Número de beneficiarios | Cantidad en Reales |
---|---|---|
Préstamo de nómina | 31.3-52.1 millones | 77.000 millones |
13ª paga salarial | 30.5 millones | 55.000 millones |
Retiradas del FGTS | 20-40 millones | 30,000 millones |
Préstamos para personas sin prueba de ingresos | 20-40 millones | 3 .000 millones |
El presidente está poniendo en marcha estas medidas en un momento en el que las difíciles perspectivas de la mayor economía de América Latina complican su candidatura a la reelección. La inflación se dispara muy por encima del objetivo, el desempleo tarda en caer y el Producto Interno Bruto (PIB) sólo crecerá un 0,5% este año. El presidente está por detrás de su rival de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva en las principales encuestas antes de la votación de octubre.
Costos del combustible
El anuncio se produce una semana después de que Petróleo Brasileiro SA (PBRN), controlada por el Estado, subiera los precios de los combustibles hasta un 25%, y mientras la invasión de Rusia en Ucrania provoca un aumento mundial del precio de las materias primas. Para amortiguar el impacto en los consumidores, el gobierno se apresuró a aprobar un proyecto de ley que reduce los impuestos sobre el diésel y el gas de cocina, y Bolsonaro quiere hacer lo mismo con la gasolina.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, se opone a la reducción de los impuestos sobre la gasolina, señalando que la suma de los recortes fiscales costaría a las arcas públicas $46.000 millones de reales (US$9.065 millones). En cambio, si la guerra en Ucrania persiste, su equipo consideraría un decreto que aumente la cantidad pagada a través del programa social Auxilio Brasil para ayudar a las familias pobres a hacer frente a los mayores costos de combustible, según dos personas con conocimiento del asunto, que también pidieron no ser nombradas porque las discusiones son privadas.
La inflación, el empleo y otras cuestiones económicas son la principal preocupación de los brasileños de cara a las elecciones presidenciales de octubre. Una encuesta publicada el miércoles por Genial/Quaest mostró que el 51% de los encuestados identificó la economía como el principal problema de Brasil, muy por delante de la pandemia y la atención sanitaria, citadas por el 12%, las cuestiones sociales por el 11% y la corrupción por el 10%.
La popularidad de Bolsonaro ya está recibiendo un impulso de un programa de ayudas en efectivo que puso en marcha hace unos meses. Entre los encuestados que votaron por él en 2018 y que actualmente reciben las dádivas, apodadas Auxilio Brasil, el 23% dijo que el gobierno lo está haciendo peor de lo esperado, por debajo del 45% en febrero. Mientras tanto, el 31% de ellos dijo que la administración lo está haciendo mejor de lo esperado, frente al 25% anterior.
Sin embargo, los índices de aprobación de Bolsonaro siguen sufriendo entre la población en general: El 49% de todos los encuestados dijo tener una impresión negativa de su gobierno, mientras que el 24% tenía una opinión positiva.
“Bolsonaro tiene un proyecto de reelección que implica utilizar recursos públicos para financiar la posibilidad de obtener más votos”, dijo Tania Bacelar, socia de la consultora Ceplan. “Todo indica que vamos a tener un 2022 difícil. Por lo tanto, la economía estará en el centro del debate electoral.”
-Con la asistencia de Martha Beck.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha