Bloomberg — El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hablará el viernes con el presidente chino Xi Jinping, en un momento en el que el líder estadounidense busca reforzar la presión global sobre Rusia para que detenga su guerra en Ucrania.
“Esto forma parte de nuestros continuos esfuerzos por mantener abiertas las líneas de comunicación entre Estados Unidos y la República Popular China”, dijo el jueves la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado. “Los dos líderes discutirán la gestión de la competencia entre nuestros dos países, así como la guerra de Rusia contra Ucrania y otras cuestiones de interés mutuo”.
La llamada es la primera de Biden y Xi desde noviembre, y sigue a una reunión en Roma el lunes entre el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan y el máximo diplomático chino, Yang Jiechi.
China ha alineado su retórica con la de Moscú, y Xi y Vladimir Putin declararon en las semanas previas a la invasión que la amistad de sus países “no tenía límites”. China también ha dicho que quiere evitar que le afecten las sanciones de Estados Unidos por la guerra de Ucrania.
El gobierno de Biden ha intentado persuadir a Pekín de que utilice su influencia para ayudar a poner fin a la guerra, pero en general se ha mostrado reacio a amonestar públicamente al país por su apoyo tácito a la invasión rusa de Ucrania. En cambio, ha dicho que cada nación será juzgada por la historia por su papel en la guerra y los funcionarios estadounidenses han advertido a China, tanto en público como en privado, que se enfrentarían a graves consecuencias por ayudar a Rusia suavizando el golpe de las sanciones.
Pekín ha negado cualquier esfuerzo por ayudar a Moscú, y los funcionarios chinos han dicho que quieren que el conflicto termine.
Las dos mayores economías del mundo también siguen discutiendo sobre derechos humanos y políticas económicas. El gobierno de Biden aún no ha desvelado medidas contra lo que considera prácticas no comerciales perjudiciales de China.
La última vez que Biden y Xi hablaron fue en noviembre, durante una videoconferencia en la que Biden subrayó que las dos superpotencias necesitan establecer barreras para garantizar que su competencia no se desvíe hacia el conflicto.
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