Bloomberg — El Banco de Inglaterra (BOE) subió su tasa de interés principal por tercera vez consecutiva, devolviendo los costos de endeudamiento a su nivel prepandémico y advirtiendo que la guerra en Ucrania puede hacer que la inflación supere el 8% este año.
La subida, hasta el 0,75%, fue respaldada por ocho de los nueve responsables de la política monetaria del banco, mientras que el vicegobernador Jon Cunliffe votó a favor de no hacer cambios. Se trata del ritmo más rápido de endurecimiento desde 1997, después de que el Banco de Inglaterra obtuviera la autoridad para fijar la política de forma independiente.
El banco central afirmó que la inflación se situará en torno al 8% en el segundo trimestre, frente al 7,25% anterior. Advirtió que la tasa máxima de este año podría ser “varios puntos porcentuales más alta” que la estimada en febrero.
Los funcionarios, encabezados por el Gobernador Andrew Bailey, afirmaron que “podría” ser apropiado un nuevo endurecimiento de la política en los próximos meses, lo que supone una suavización respecto a la formulación de febrero, cuando dijeron que esa medida era “probable”. También señalaron que “había riesgos a ambos lados de ese juicio”.
El repunte de la inflación significa que la presión sobre los ingresos de los hogares en el Reino Unido será “materialmente mayor” de lo que se insinuó en febrero, dijo el BOE. También advirtió que la guerra en Ucrania exacerbará las interrupciones de la cadena de suministro global y dijo que sus agentes regionales encontraron evidencia de que ya está obstaculizando las cadenas de suministro para los fabricantes.
El recorte de los ingresos dará lugar a unas perspectivas de crecimiento más débiles y aumentará el desempleo, según los funcionarios. Cunliffe, al votar a favor de mantener las tasas sin cambios, se centró en esta dinámica y en la preocupación por los “efectos negativos muy importantes” que el aumento de los precios de las materias primas tendrá en el nivel de vida.
Para el resto del comité, el sólido crecimiento de los últimos meses y la continua rigidez del mercado laboral justificaban un cambio. Dijeron que era poco probable que la escasez de empleo se redujera tan rápidamente como se esperaba en febrero.
La decisión sugiere que los responsables de la política monetaria esperan un acto de equilibrio cada vez más delicado en los próximos meses, ya que sopesan tanto la forma de combatir la inflación como las crecientes amenazas al crecimiento por el impacto de la guerra en Ucrania.
Por el momento, el Banco de Inglaterra lidera el endurecimiento de la política monetaria a nivel mundial y es la primera institución importante que vuelve a situar las tasas en su nivel anterior a la crisis. La decisión del BOE se produjo apenas unas horas después de que la Reserva Federal de Estados Unidos subiera sus tasas de interés en un cuarto de punto porcentual y señalara otras seis subidas más este año.
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