Montevideo — El fideicomiso que aplicó Argentina para limitar el precio del trigo generó preocupación en el empresariado uruguayo, que alertó al gobierno de Luis Lacalle Pou por distorsiones en el mercado. Al mismo tiempo, las restricciones a las exportaciones de aceitas y harinas de soja fueron una nueva señal que tensó la piola entre el gobierno de Alberto Fernández y el campo argentino, un jugador de primer orden en la oleaginosa a nivel regional, pero que también puede derivar en repercusiones en Uruguay por la eventual pérdida de competitividad ante productos del país vecino.
Los industriales uruguayos plantearon el viernes pasado durante una reunión con autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas su preocupación por el fideicomiso creado sobre el trigo y solicitaron medidas a nivel local, tal como informaron El País y El Observador. Además de lo que ya había dispuesto para controlar el precio de la harina 000 y los fideos, el gobierno argentino resolvió el domingo suspender la exportación de harina y de aceite de soja.
El presidente Luis Lacalle Pou afirmó este martes en una rueda de prensa que “en cualquier momento” va a haber anuncios sobre “algunos precios de algunos insumos fundamentales”. El gobierno había manifestado su intención de “contener” que los aumentos de precios internacionales repercutan en el consumidor final. “No son las mismas medidas para todos los productos”, agregó Lacalle Pou, y dijo también que serán en momentos distintos y “de caracter interno”.
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“El tema de Argentina es que ha tomado medidas de política interna y eso nos ata un poco de pies y manos. Ya tenemos menos margen”, respondió el presidente al ser consultado sobre una eventual negociación en el Mercosur por acuerdos de precios de frontera.
Desventaja
El presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Alfredo Antía, dijo a Bloomberg Línea que “claramente hay una ventaja competitiva para la industria argentina que deja muy mal parada a la uruguaya”. “Entran a Uruguay con arancel cero y comprarán la harina a un precio intervenido muy lejos del mercado”, afirmó.
Los planteos fueron encabezados por la Cámara de Industrial de Alimentos (Ciali), que integra la CIU. La gerenta de Ciali, Virginia Morales dijo a Bloomberg Línea que por estos días trabajan en cuántificar cuántas son las empresas que pueden verse afectados y en qué montos por el fideicomiso del trigo. Luego, señaló, evaluarán la situación derivada de la resolución sobre la soja. “Hay que tener en cuenta que todos los días se agrega una variable”, dijo.
El ministro de Ganadería Fernando Mattos fue crítico con el fideicomiso sobre el trigo durante una entrevista con Bloomberg Línea, donde dijo que el gobierno seguía con preocupación el asunto. En diálogo con radio Sarandí, el ministro reafirmó este martes que, entre las dos medidas, la “principal preocupación” está en la determinación “un valor bastante reducido para el trigo”. “La industria de panes, galletitas, fideos, pueden ser oferentes al mercado uruguayo de mercadería mucho más desacoplada del valor internacional y que competiría deslealmente con la industria nacional”, agregó en la emisora.
Subsidio indirecto
El director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), Ignacio Bartrsaghi, explicó a Bloomberg Línea que “el típico efecto de una retención es controlar el precio interno de una cantidad de productos que después pueden ser exportados a Uruguay”. Así, dijo el doctor en Relaciones Internacionales, baja el precio de los insumos, en una industria ya de por sí más competitiva por los subsidios a la energía y por su escala.
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La consecuencia, entonces, es un beneficio en la competitividad para los productos argentinos y, al mismo tiempo, mayores dificultades para industriales uruguayos que buscan exportar al país vecino y deben competir a nivel interno con mercadería más barata. “Como competís con una gran cantidad de productos importados de alimentos, todas estas prohibiciones que tienen que ver con retenciones lo que hacen es bajar el precio interno y eso genera un subsidio indirecto”, agregó Bartesaghi.
El experto también remarcó que las retenciones a las exportaciones y la prohibición de una exportación “es una violación flagrante del artículo 1° del Tratado de Asunción”, que dio forma al Mercosur. Ese pasaje del texto establece “la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente”.
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Argentina y Brasil más baratos
Los reclamos en Uruguay llegan en un momento en que por un lado la Confederación de Cámaras Empresariales advirtió por un dólar “planchado” y al mismo tiempo un nuevo informe académico marcó la brecha de precios entre Uruguay y Argentina.
El último monitor del Observatorio de la Coyuntura Económica de la UCU, publicado este martes, señaló que tanto Brasil como Argetina “crecerán poco y nada” durante 2022 “y seguirán más baratos en dólares, especialmente en el caso de Argentina”, según el documento elaborado por el economista Javier de Haedo. “Como siempre, la brecha entre el dólar oficial y el blue, es incierta, pero permanecerá elevada”, agregó el informe.
En tanto, la gremial que nuclea a distintas cámaras estuvo reunida el lunes para analizar la coyuntura económica en el marco de la Guerra en Ucrania, donde manifestó preocupación por el alza de los precios internacionales y advirtió que “el gobierno tiene que seguir generando instancias de reformas”. El presidente de la organización, Juan Martínez Escrich, afirmó en una rueda de prensa que el “dólar se está planchando” y que Uruguay debe ser más competitivo, según consignó El Observador.
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