Bogotá — Colombia empezó a sentir las escasez de materias primas para las plantas de generación, especialmente las que usan carbón térmico, ante la crisis energética mundial que se da en el marco de la guerra en Ucrania, alertó este martes la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg).
Andeg explica que la guerra en Ucrania “ha derivado en un aumento considerable de los precios internacionales de los energéticos, coyuntura que implica impactos estructurales sobre los precios de estos a nivel global”.
Esto ha tenido repercusiones principalmente en el carbón térmico, ya que sus valores han alcanzado máximos históricos y se ubican por encima de los US$400 tonelada.
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El panorama actual, según Andeg, “representa una afectación en los contratos futuros de energía que se están proyectando para el mediano plazo”.
Además, podría afectar la competitividad de las tarifas eléctricas del mercado en el mediano plazo y los precios de generación en la bolsa de energía.
Esto a pesar de que las plantas térmicas tienen un inventario en patios de almacenamiento que permite atender las necesidades de combustible entre 10 y 25 días para el proceso generación.
La asociación detalla que la crisis energética internacional impacta al país ante mayores precios de GNL para generación térmica a partir del gas natural de importación y del carbón térmico en el mercado local para generación.
El director ejecutivo de Andeg, Alejandro Castañeda, señaló que “el carbón es fundamental para la diversificación, confiabilidad y competitividad del sistema eléctrico, especialmente en el marco de las políticas de transición energética”.
“Incluso, con la actual crisis, países líderes de la transición energética están reincorporando al carbón en sus matrices eléctricas en torno a esta discusión”, explica.
En medio de esta coyuntura, la asociación pidió que el Gobierno estudie medidas que le den prioridad al abastecimiento de este combustible para el consumo local.
De otra parte, Andeg explica que aunque el consumo de carbón para generación térmica en el país nunca ha superado más de 5 millones de toneladas/año, con la situación actual se ha incentivado su venta al exterior.
“Esto, a su vez, ha derivado en la insuficiencia de este combustible para las plantas de generación térmica en el país, aumentando sus costos”, reitera.
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