Íngrid Betancourt sueña de nuevo con la Presidencia colombiana tras su secuestro

Hace 20 años Betancourt intentaba llegar a la Casa de Nariño, sueño que se pausó tras ser secuestrada seis años por las FARC. ¿Quién es y qué propone?

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Bogotá — La política bogotana nacida en 1961, colombofrancesa, salió de la contienda electoral en febrero de 2002 cuando en medio de su candidatura presidencial fue secuestrada por la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Estuvo en cautiverio durante ocho años hasta que fue liberada en la operación Jaque liderada por el Ejército en julio de 2008.

Pese a haber sido víctima de las FARC, y haber pedido ser indemnizada por el Estado con US$6,8 millones, Betancourt anunció en enero de 2022 que quería volver a ser candidata a la Presidencia de Colombia, tras estar viviendo fuera del país durante muchos años.

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La política intenta llegar a la Casa de Nariño en 2022 con su partido Verde Oxígeno, del cual fue candidata presidencial en 2002 cuando fue secuestrada. Volver a la arena política lo logró luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) reviviera la personería jurídica de dicho partido, tras considerarse que el conflicto armado afectó su permanencia en las contiendas electorales y, por tanto, debía hacer parte de la apertura democrática en las elecciones de 2022.

“Hace 20 años fui secuestrada como candidata presidencial, haciendo campaña en contra del mismo sistema corrupto (...) Estoy aquí para terminar lo que empecé”, dijo Betancourt en enero al lanzar su candidatura a las presidenciales de 2022.

¿Quién es Íngrid Betancourt?

Íngrid es hija de Gabriel Betancourt, quien fue ministro de Educación en medio del régimen militar de Gustavo Rojas Pinilla, y de Yolanda Pulecio, quien fue miembro de la Cámara de Representantes y reina de belleza. Hizo la secundaria en el Liceo Francés de Bogotá y sus estudios universitarios los realizó en ciencia política en el Instituto de Estudios Políticos de París, además, se especializó en comercio exterior y relaciones internacionales.

Antes de aspirar a las presidenciales de 2002, en la que ganó Álvaro Uribe Vélez por primera vez, Betancourt fue asesora del Ministerio de Hacienda de Rudolf Hommes y de la cartera de Comercio liderada por Juan Manuel Santos durante el gobierno de César Gaviria en los años 90.

Tras lo anterior, en 1994 Betancourt fue miembro de la Cámara de Representantes por Bogotá y en 1998 se desempeñó como Senadora de la República hasta 2001, pues renunció para ir tras su sueño de ser la primera presidenta de Colombia. Como ya se mencionó, este sueño fue pausado por el secuestro de las FARC.

Recientemente Betancourt recibió críticas por decir en medio de un debate con otros precandidatos presidenciales que las mujeres de barrios populares “se hacen violar y perseguir”. Aunque su candidatura no inició con mucha fuerza, este tipo de declaraciones y estar tanto tiempo fuera del país la han mostrado lejana de muchas realidades que enfrenta el país.

“Me excuso, fue una embarrada muy grande. Me fijaré mucho en cómo hablo. Tengo dos idiomas en la cabeza (español y francés) y presento un corto circuito. Quería decir que las mujeres que viven en situación de pobreza son las primeras víctimas de las agresiones sexuales”, dijo en su momento tras la ola de críticas que recibió.

Algunas de sus propuestas

Sus banderas de Gobierno

Betancourt ha dicho a medios que sus principales banderas de trabajo serán: acabar con el hambre, la inseguridad y la contaminación.

Empleo

En una entrevista con Forbes Colombia destacó que es importante tener una política enfocada en el empleo de las mujeres, uno de los grupos poblacionales más afectados tras la crisis del coronavirus. Betancourt indica que es necesario proponer créditos a tasa subsidiada que les permitan emprender y crear su propio trabajo.

Seguridad

Plantea hacer una reforma a instituciones como la Policía. “Vamos a trabajar en las fronteras porque gran parte de los problemas de orden público los tenemos allí”, dijo la candidata en una entrevista con El Espectador al agregar que dialogaría con Venezuela “para que este conflicto no se salga del cauce”. No acabaría con el Esmad, como han propuesto otros candidatos.

Despenalización de las drogas

La candidata trabajaría en la despenalización de las drogas para acabar con el narcotráfico y reubicaría la inversión de los dineros de la guerra contra las drogas para darle mayor seguridad y estabilidad económica al campo colombiano.

Lucha contra la corrupción

“Estableceré un tribunal especial conformado de jueces incorruptibles, para sancionar a los políticos y funcionarios responsables de estos desfalcos. Serán investigados los funcionarios de alto rango (políticos actuales y anteriores, funcionarios públicos, alcaldes, ministros, etc.) que hayan acumulado una riqueza que no puedan justificar”, dijo a La Silla Vacía.