QUITO — Los cálculos del Gobierno ecuatoriano respecto a la subida del petróleo son cada vez más claros. Según el Ministerio de Finanzas, por cada dólar adicional en el precio del crudo, el país recibe US$ 48 millones más netos, tomando en cuenta que la producción del país bordea los 490.000 barriles diarios.
Sin embargo, las autoridades se toman con cautela este ascenso debido a la volatilidad del crudo y a las circunstancias mundiales que aún le rodean. Cautela y prudencia son las palabras clave para manejar esos excedentes.
“Toca ver cómo evolucionan los tiempos. La situación es muy volátil, van dos días en que ha subido US$ 20, otros ha bajado US$ 20, entonces hay que tener un poco de cuidado para mirar a mediano plazo”, dijo el ministro de Finanzas, Simón Cueva, al ser consultado por Bloomberg Línea al respecto.
Además, explicó que se debe tener en cuenta que en diciembre de 2021 y enero de 2022 el Ecuador enfrentó la rotura de sus oleoductos, “lo que implicó una pérdida importante de cerca de US$ 350 millones”. Y aunque este es un tema pasado, su efecto en los ingresos del país se siente hoy, por lo que el excedente que deja el alto precio del crudo actual permitirá compensar esas pérdidas.
INGRESOS TRANSITORIOS PARA GASTOS TRANSITORIOS
Aunque Cueva no especificó al detalle a qué se destinarán los ingresos excedentes por el crudo, advirtió que será “un uso prudente, un uso honesto, transparente” que se comunicará a la sociedad ecuatoriana “conforme se tenga detalles más precisos al respecto”.
Cueva insistió en que este es un efecto temporal, “por lo tanto, la responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas implica que esos ingresos transitorios se usen para gastos transitorios”, entre ellos mencionó: la recuperación de la actividad económica, repago de deudas preexistentes y de pasivos de la economía ecuatoriana.
A decir del ministro, esta situación demuestra que el país debe estar preparado “con finanzas públicas sólidas porque siempre puede haber sorpresas a nivel mundial y, frente a esas sorpresas, el país mejor preparado es el que mejor puede responder”.
PRONOSTICAR EL IMPACTO FISCAL ES DIFÍCIL
La invasión de Rusia a Ucrania hizo que el techo de los US$ 100 por barril sea superado por primera vez desde julio de 2014.
Las cifras del Banco Central del Ecuador (BCE) muestran que la diferencia entre el precio promedio de exportación del crudo ecuatoriano y el WTI (que sirve de referencia para el crudo ecuatoriano) ha sido bastante volátil. A pesar de esta discrepancia, el incremento en el precio del petróleo implica mayores ingresos para el Estado.
Un estudio realizado en 2013 por el propio Cueva y María Ortiz para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estimaba que un aumento de US$ 10 en el precio del petróleo incrementaría en alrededor de US$ 980 millones adicionales la renta petrolera del país. No obstante, el aumento de los precios del petróleo implica mayores costos en la importación de derivados.
Tomando en cuenta este hecho, el Gobierno central recibiría ingresos netos cercanos a US$ 700 millones por cada US$ 10 de incremento en el precio del crudo. Pero hoy esa previsión ha cambiado y actualmente por cada US$ 10 de aumento en el precio del petróleo, el ingreso neto adicional será de entre US$ 480 o US$ 500 millones.
Un análisis de la Consultora Multiplica al respecto, destaca que con la incertidumbre por el conflicto bélico, pronosticar la evolución de los precios del petróleo y el impacto fiscal es muy difícil; sin embargo, se pueden plantear escenarios para tener una idea de cuánto serán los ingresos adicionales que recibirá el Gobierno. Las proyecciones de los organismos especializados coinciden en que el precio promedio del WTI durante 2022 superará los US$ 100 por barril.
En ese sentido, una predicción razonable del precio del crudo ecuatoriano, luego de descontar el castigo por factores de calidad, sería de US$ 90 por barril. “Si consideramos que en el Presupuesto General del Estado (PGE) se presupuestó un precio de US$ 59,2 por barril, tenemos un excedente aproximado de US$ 30 por barril, lo que significaría ingresos adicionales por US$ 1.500 millones”.
LO IMPORTANTE ES A DÓNDE
Pero más allá de cuánto será el ingreso fiscal extra, la pregunta importante es a dónde se dirigirán esos recursos. Hay que considerar que el Gobierno espera cerrar 2022 con un déficit cercano a los US$ 3.800 millones. Por lo tanto, los ingresos adicionales –como coinciden los expertos- ayudarían a reducir resultado deficitario y, en el mejor de los casos, no será necesario salir a los mercados internacionales a buscar financiamiento.
Tal como lo señaló Cueva, el esfuerzo actual del país será mantener sus finanzas ordenadas para no tener necesidad de salir a los mercados internacionales en un momento que no luce como el mejor.