¿Cómo impacta el alza del barril de petróleo a las operaciones de las aerolíneas?

Desde que inició la guerra en Ucrania, los precios del crudo han experimentado jornadas de extrema volatilidad. Es probable que el sector aéreo implemente un recargo por combustible

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Las crecientes sanciones impuestas contra Rusia por su invasión Ucrania, cada vez más severas; la persistencia de la guerra, para la cual no se vislumbra un final a corto plazo; y los anuncios sucesivos de compañías que se retiran del mercado ruso. Todos estos factores mantienen en vilo a los mercados, que temen un golpe a la economía global, que sigue batallando contra niveles de inflación históricos y que aún no se recupera del Covid-19.

Entre las materias primas más afectadas se destaca el petróleo, que ha registrado grandes oscilaciones intradiarias desde que comenzó la guerra ante el golpe que la guerra implica para la oferta global, siendo Rusia uno de los principales productores de crudo del mundo.

Reino Unido y Estados Unidos ya prohibieron las importaciones del petróleo ruso, y numerosas empresas tomaron medidas propias retirándose de proyectos en el país o evitando comprar su crudo, que se vende con descuentos récord.

Al inicio de la semana pasada los precios del crudo alcanzaron su nivel más alto desde 2008, llegando a los US$140 por barril, mientras que hacia la mitad cayeron ligeramente luego de que Emiratos Árabes Unidos e Irak anunciaran que la OPEP podría estar más dispuesta a aumentar la producción y que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, dijera estar preparado para hacer concesiones en algunos términos para poner fin a la guerra.

Este lunes el precio del barril WTI caía a US$104 al tiempo que negociadores ucranianos y rusos se embarcaron en una nueva ronda de conversaciones, después de que el presidente de Ucrania dijera el fin de semana que las discusiones con Moscú mostraban algunos signos de ser más sustanciales.

En este marco de volatilidad, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) advierte que estas oscilaciones en los precios del combustible “presionarán los costos operativos de las compañías aéreas y, por tanto, podría provocar un aumento de las tarifas en algunas rutas”. De acuerdo con la agencia, este panorama también podría afectar fuertemente al segmento de viajes de ocio, que es sensible a los precios y que hasta la fecha estaba impulsando la recuperación del sector tras la pandemia.

“El mercado del petróleo seguirá siendo persistentemente volátil y los precios del crudo seguirán estando bajo presión hasta que ocurra una gran desescalada en la guerra en Ucrania”, aseguró Ed Moya, analista senior de mercado de Oanda a través de un correo electrónico.

La IATA señala que el aumento repentino en los precios del combustible también pueden poner un pie sobre las previsiones para las aerolíneas. “En nuestra última previsión de la industria, el otoño pasado, pronosticamos que las pérdidas de la industria alcanzarían los US$11.600 millones en 2022 tomando como referencia un precio del combustible para aviones a US$78 por barril y un peso del 20% sobre los costos totales”. Sin embargo, el 4 de marzo, el precio del combustible para la aviación “superaba los US$140 el barril”. Y Rystad Energy AS ha pronosticado que el Brent podría dispararse hasta los US$240 el barril este verano si los países siguen sancionando las importaciones de petróleo ruso.

Amortiguar un golpe de este tipo en los costos justo cuando la industria aérea está luchando por reducir las pérdidas por el Covid-19 es un desafío. “Si el precio del combustible se mantiene tan alto, es previsible que se refleje en los rendimientos de las aerolíneas”, aseguró Will Walsh, director general de IATA.

Este no será el único rubro de la aviación afectado. La organización resalta que las prohibiciones de vuelos y de otras operaciones aéreas también golpearán la demanda. “Aunque los datos de las reservas aún no están disponibles, está claro que los problemas geopolíticos de Europa del Este van a perturbar el transporte aéreo en esta zona, y probablemente más allá”.

Las aerolíneas de América Latina y el Caribe

En cuanto al impacto en las aerolíneas de América Latina y el Caribe, René Armas Maes, VP comercial y consultor aeronáutico de Jet Link International LLC., le explicó a Bloomberg Línea que la mayoría de las compañías aéreas de la región habían pronosticado el precio de combustible de aviación entre US$1,6 y US$2,2 por galón para el 2022 cuando se espera, en su opinión, un escenario base US$150 por barril de aviación o US$3,6 por galón.

En este sentido, señala que LATAM, Avianca y Aeroméxico deberán revisar sus estimaciones de precios por galón de combustible teniendo en cuenta los documentos que presentaron en sus procesos de reestructuración y planes de negocio.

“Todas las aerolíneas de la región sufrirán el impacto del aumento del barril de aviación, pero posiblemente las aerolíneas de servicio completo (LATAM, Avianca y Aeroméxico) que cuentan con flotas de corto, mediano y largo alcance y costos unitarios más elevados que aerolíneas de bajo costo se vean más afectadas, sobre todo cuando la demanda de viajes de negocios y larga distancia todavía no regresa a volúmenes sostenibles”.

*El consultor prevé en un escenario bajo, precios promedio del combustible de aviación en US$158 por barril o US$3,8 por galón. Mientras que en un escenario alto, US$180 por barril o US$4,3 por galón.

El panorama de las aerolíneas, en contexto

La correlación entre el petróleo y la rentabilidad de las aerolíneas

Armas Maes explica que los precios del combustible de aviación y la rentabilidad de la industria tienen una alta correlación. En promedio, “los costos de combustibles representan del 30% al 38% del gasto anual total de una aerolínea, siendo los costos laborales el otro rubro de costos importantes”. Ambos rubros combinados representan entre 50% y 55% de los costos anuales.

¿La guerra tendrá como consecuencia pasajes más caros?

Para el analista, dada esa correlación, “definitivamente, los pasajeros deben esperar menos tarifas con descuento en el futuro y aumento en los boletos”. Los precios de los pasajes subirán, dice, a través de un “recargo por combustible a medida que la volatilidad en los precios del combustible de aviación continúe”.

Cómo podrían las aerolíneas contrarrestar los efectos del alza

Con el fin de mitigar la volatilidad de los precios del combustible a corto y mediano plazo, proteger la liquidez y el resultado neto, el consultor asegura que las aerolíneas pueden usar “swaps, futuros y coberturas de combustible de manera proactiva para cubrir sus necesidades de combustible de tres a 18 meses buscando una cobertura de entre el 30% al 80% del consumo de combustible anual”.

Otras medidas incluyen el uso de software para la planificación de rutas y utilizar datos históricos para analizar y planificar mejor las operaciones de bajo consumo de combustible, operar aeronaves de última generación e implementar iniciativas que ayuden a reducir el peso de los componentes en los aviones: desde los asientos hasta la cantidad de agua en los baños.

Finalmente, explica, “compensar los aumentos en los precios del combustible con factores de ocupación más altos. Sin embargo, el control en la oferta de asientos será clave para ejecutar exitosamente esta estrategia”.

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