Bogotá — El líder de izquierda y el exalcalde de Bogotá Gustavo Petro será el nuevo presidente de Colombia tras ganar en la segunda vuelta de este domingo contra Rodolfo Hernández, con lo que por primera vez la izquierda gobernará en el país.
Gustavo Petro, líder del partido de izquierdas Colombia Humana, se acercó a la Presidencia en el 2018 y ahora llega al poder en una Colombia que hasta ahora muestra visos de recuperación económica tras los estragos causados por la pandemia.
Petro concurrió a la Presidencia por el Pacto Histórico, que es una coalición política de la que hacen parte varios movimientos que se denominan progresistas y socialdemócratas.
“Hoy es día de fiesta para el pueblo. Que festeje la primera victoria popular. Que tantos sufrimientos se amortigüen en la alegría que hoy inunda el corazón de la patria. Esta victoria para Dios y para el Pueblo y su historia. Hoy es el día de las calles y las plazas”, destacó el presidente electo en sus redes sociales.
Desde crear un frente antipetróleo, hasta reformar el Banco de la República para dar voz a las “organizaciones productivas” y elevar los impuestos a los latifundios de tierras fértiles que no produzcan, las propuestas del político y exguerrillero han generado eco en Colombia.
La economía colombiana se anotó una caída del 6,8% en el 2020, un año marcado por los cierres de los comercios y el confinamiento de la ciudadanía por cuenta de la pandemia, que también se ensañó contra el empleo.
La crisis económica, y el anuncio de una polémica reforma tributaria en Colombia, llevó al país a un paro nacional que se inició en abril de 2021 y se extendió por varios meses con manifestaciones esporádicas en contra del Gobierno colombiano.
Diferentes ONG han denunciado que en el marco de las protestas en ese país suramericano se registraron 84 fallecidos, de los que 28 son atribuibles a la fuerza pública.
En medio de la tensión social Gustavo Petro capturó buena parte del inconformismo de ese segmento de la población colombiana y ha optado por las plazas públicas para difundir su proyecto político que dice ser enraizado al progresismo.
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Del M-19 al Congreso
Petro es economista de la Universidad Externado de Colombia, tiene estudios en Administración Pública, así como en Medioambiente y Desarrollo Poblacional.
El exalcalde de Bogotá entre 2012 y 2014 también tiene estudios de doctorado en Nuevas Tendencias en Administración de Empresas en la Universidad de Salamanca.
En su juventud, Petro militó en la guerrilla colombiana del M-19, activa entre 1974 y 1990 tras un acuerdo de paz con el Gobierno colombiano que derivó en la Alianza Democrática M-19, que participó en la redacción de la Constitución de 1991.
El 6 de noviembre de 1985, el día de la toma del Palacio de Justicia en Bogotá por parte del M-19, considerado uno de los episodios más sangrientos en la historia colombiana, Petro fue encarcelado en Zipaquirá por porte ilegal de armas.
Tras la conformación de la Alianza Democrática M-19, Petro dio el salto a la Cámara de Representantes en 1991 por el departamento de Cundinamarca y en 1994 fue nombrado en la Embajada de Colombia en Bélgica como agregado diplomático para los Derechos Humanos.
Luego regresó a Colombia y asumió como miembro de la Cámara de Representantes de Colombia entre 1998 y 2006, convirtiéndose en una de las voces que denunció el fenómeno del paramilitarismo en Colombia.
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Del Senado a la Alcaldía
Gustavo Petro ejerció como senador del 2006 al 2010, consolidándose como una de las voces más críticas al Gobierno de Álvaro Uribe, quien es el líder del actual partido de Gobierno, el Centro Democrático.
En 2012 asumió como alcalde de Bogotá, pero pronto su iniciativa de desprivatizar el modelo de recolección de basuras de la capital le generó problemas, al punto de que fue señalado como responsable por parte de la Procuraduría General de los fallos en la implementación del esquema.
En diciembre del 2013, ese Ministerio Público ordenó la destitución de Petro y su inhabilitación por 15 años, pero fue restituido en 2014 luego de que el Consejo de Estado anulara esa medida y en agosto de 2020 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) consideró que sus derechos políticos se vieron afectados en el proceso.
Petro, que defendió que su destitución fue una persecución política, volvió a medirse en las urnas para las elecciones presidenciales del 2018 y tras su derrota asumió como senador.
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