La guerra en Ucrania podría frenar varios proyectos espaciales rusos

Estados Unidos y Rusia han mantenido hasta ahora una cooperación estable en las operaciones espaciales. ¿Qué proyectos rusos podrían sufrir las consecuencias de la guerra con Ucrania?

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Bloomberg Línea — Desde que finalizó la Guerra Fría, EE.UU. y Rusia han mantenido vivo uno de los proyectos espaciales más ambiciosos: la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Aunque cuenta con participación de otros países, éstos son quienes más recursos y capital humano invierten en la estación.

A dos semanas de la invasión rusa a Ucrania las tensiones no se salieron de órbita, aunque la posición de ambos países es distante respecto al futuro de la ISS.

Cuando el presidente ruso Vladimir Putin dio la orden de comenzar operaciones militares en Ucrania, el presidente de EE.UU., Joe Biden, inició una serie de pronunciamientos en los que intensificaba las sanciones a ese país. El 24 de febrero, cuando inició la invasión, Biden indicó que “aplastará” la carrera espacial rusa.

Ante estas declaraciones, el director general de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitry Rogozin, expresó a través de algunos mensajes de Twitter que las decisiones de EE.UU. eran riesgosas y amenazó con una caída de la ISS si Rusia decide terminar su colaboración en el proyecto.

“¿Quién salvará a la ISS de una salida de órbita descontrolada y de caer sobre Estados Unidos o Europa?”, preguntó Rogozin, haciendo referencia al papel ruso en la estación espacial, ya que son ellos quienes se encargan del sistema de propulsión y son sus motores los que corrigen la órbita de la ISS.

Por su parte, en un tono diferente y distante de conflictos, la NASA señaló que en la estación espacial todo operaba con normalidad y “pacíficamente”, aunque no se descartó que se estuviera evaluando como “añadir otras capacidades” de independencia en la operación de la ISS en caso de un retiro de Rusia, según lo dijo a los medios Kathy Lueders, administradora asociada de la agencia estadounidense.

La carrera espacial rusa en el limbo

Mientras los mensajes hacia la ISS -actual principal proyecto espacial- son de aparente calma, otros frentes de desarrollo científico y espacial de Rusia han comenzado a tener afectaciones.

Uno de los objetivos principales de los rusos es Marte. Para septiembre de 2022 está previsto lanzar la misión ExoMars, que se desarrolla en conjunto con la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés). La misión pretende llevar el rover Rosalind Franklin y explorar el planeta rojo.

En 2020, producto de la pandemia, el lanzamiento de este proyecto se postergó y ahora está en vilo. La ESA señaló en un comunicado que veía “poco probable” la concreción de los proyectos próximos. En caso de aplazarse tendrían que pasar otros dos años para reprogramar el lanzamiento, debido a la ubicación de los planetas.

“Con respecto a la continuación del programa ExoMars, las sanciones y el contexto más amplio hacen que un lanzamiento en 2022 sea muy poco probable. El Director General de la ESA analizará todas las opciones y preparará una decisión formal sobre el camino a seguir por parte de los Estados miembros de la ESA”, se destacó en un comunicado tras la reunión de los 22 Estados participantes en la agencia.

Pero este no sería el único proyecto próximo que tiene Rusia que podría verse afectado o detenido temporalmente a causa de la guerra.

Estudiar y llegar a la Luna también hace parte de la carrera espacial. Al satélite no ha regresado ningún ser humano desde el siglo XX y Rusia trabaja firme para lograr ese objetivo, así como estudiar el agua encerrada bajo la superficie de hielo de la luna.

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En la próxima década, los científicos rusos esperan llevar a cabo cinco misiones lunares en varias etapas. La más próxima se espera entre 2023 y 2024, con el proyecto Luna 26, lanzando un orbitador que investigará anomalías magnéticas y gravitacionales en la Luna.

En 2025, también se llevaría al satélite un módulo de aterrizaje y un robot que buscaría recolectar roca lunar, en la misión Luna 27. Sin embargo, ambos proyectos tienen participación de la ESA.

Mientras esto sucede y las sanciones se siguen aplicando desde y hacia Rusia, lo que podría provocar una ausencia de colaboraciones estatales en la carrera espacial, el camino se abre para las empresas privadas que están participando en este mismo fin.

A los mensajes de Rogozin y de una manera sutil, el dueño de SpaceX, Elon Musk, respondió con una imagen de su compañía. Y, en otro trino, uno de los usuarios de esta red interpretó su mensaje, señalando que Musk se refería a que su empresa salvaría a la ISS, a lo que el magnate dio su aprobación.

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