Buenos Aires — Gabriel Boric asume hoy la presidencia de Chile. Reemplaza a Sebastián Piñera en un giro ideológico radical que da el país trasandino, mientras continúa el debate en el marco de la Convención Constitucional. Boric enfrentará numerosos desafíos internos, mientras que fuera de la frontera aún es visto con lupa por sus colegas; algunos con expectativas, otros más cautelosos respecto a su postura ante los mercados.
En Argentina hay expectativa por este recambio. Desde lo político, el presidente Alberto Fernández entiende que Boric puede ampliar la presencia de líderes regionales de perfil progresista, sumándose a Pedro Castillo en Perú, Andrés Manuel López Obrador en México y Luis Arce en Bolivia, a la espera de lo que pueda ocurrir en las elecciones de Brasil y Colombia este año.
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“Estoy muy feliz, la región necesita que trabajemos juntos”, le dijo Fernández a Boric cuando el chileno ganó el balotaje en diciembre pasado. Vía Twitter, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner también había expresado que “el pueblo siempre vuelve y encuentra los caminos para hacerlo. Puede ser un partido, puede ser un dirigente hoy y otro mañana pero el pueblo siempre vuelve’. Felicitaciones Presidente Gabriel Boric a usted y al pueblo de Chile”.
- La agenda oficial: Fernández viajará este viernes para participar de la ceremonia de traspaso de mando en el Congreso Nacional de Chile, en Valparaíso. Luego formará parte del almuerzo del cual Boric será anfitrión en el Palacio Cerro Castillo, en Viña del Mar. Además, se espera que haya una reunión bilateral entre Boric y Fernández.
- La comitiva que cruza la Cordillera: Al presidente argentino lo acompañarán las ministras Carla Vizzotti (Salud), Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres, Géneros y Diversidad), Gabriela Cerruti (portavoz de presidencia), Santiago Cafiero (Canciller), Sergio Uñac (gobernador de San Juan). Además, participarán Dora Barrancos (asesora presidencial) y Estela de Carlotto (presidenta de Abuelas de Plazo de Mayo).
Ahora bien, qué puede representar la llegada de Boric al poder en términos de la relación comercial que hoy une a la Argentina con Chile, y cuáles son los desafíos para los próximos años.
Un socio comercial clave
En 2021, Chile figuró como el quinto socio comercial de Argentina, por detrás de Brasil, China, Estados Unidos e India. El intercambio comercial fue de US$4.901 millones, con un saldo muy positivo para el país, por US$3.510 millones, el segundo saldo positivo después de ASEAN (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental).
Lo que más exporta Argentina a Chile es maíz en grano, camiones y trigo. Pero en el séptimo y el octavo lugar figuran dos productos que Argentina busca aumentar en los próximos años: gas natural en estado gaseoso y gas licuado de petróleo. Del otro lado, Argentina importa alambre de cobre refinado, salmones y palta.
Ante la guerra en Ucrania, que elevó los precios del gas, Argentina buscará aumentar sus cupos de exportación y Chile aparece como el destino más atractivo.
Alianza del Pacífico
Boric ha dicho que en su gestión buscará darle prioridad a la Alianza del Pacífico, el bloque regional que integra junto a Colombia, México y Perú. Los socios del Mercosur estarán a la expectativa de los movimientos del presidente chileno en ese sentido, con el objetivo de profundizar la integración entre ambos bloques regionales, un recorrido que comenzó años atrás.
Expectativas
“Esperamos poder darle densidad a la relación en todos los campos, no sólo en exportaciones argentinas que tengan como destino final Chile, que es un lugar común, sino avanzar en la integración y complementación productiva, específicamente industrial, para pensar en terceros mercados”, afirmó el embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, ante la consulta de Bloomberg Línea.
Además, afirmó que en el campo energético “ambos países tenemos un rumbo similar en cuanto a nuestras transiciones energéticas y la Argentina está exportando gas natural en condición firme a Chile, algo que muy pocos saben”.
Bielsa reconoció que ambos países tienen un enorme potencial “para lograr sinergias positivas que redunden en matrices menos carbono intensivas y con menores precios para nuestra ciudadanía”. Según el diplomático, “hay que establecer un diálogo estratégico en energía con una mirada de mediano plazo. Gobernar es administrar, pero administrar bien es planificar minuciosamente”.
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